El polen es el enemigo número uno de las alergias, pero existen otros factores que pueden empeorarlas.
1. Apio
Posiblemente ya es común saber que el durazno y la manzana pueden exacerbar los síntomas en personas con alergia al polen, pero resulta que también el apio puede producir este efecto. Tanto cocido como crudo, el apio puede provocar inflamación de garganta, labios y lengua, por lo que aquellos con alergia al polen, probablemente deban mantenerse alejados de él. Además, leer siempre las etiquetas de los alimentos envasados, el apio frecuentemente forma parte de los ingredientes utilizados en sopas y aliños de ensaladas.
2. Zapatos en casa
Además de suciedad y tierra, al usar los zapatos dentro de casa también podemos contribuir a diseminar polen, según el doctor Mark Dykewic, profesor de la división de alergia e inmunología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Saint Louis, en Misuri. Recomienda no solo quitarse los zapatos al llegar a casa sino meterlos (junto al resto de prendas que llevemos) en el lavarropas.
3. Geles para el pelo
No
se debe usar gel para el pelo, un producto que, aunque no resulte sorprendente,
puede acumular polen, afirma el doctor Clifford Bassett, alergólogo e
inmunólogo, fundador y director médico del Centro para el Cuidado de Alergias y
Asma de Nueva York.
4. Temporadas de
alergias más largas
¿No le parece que sus alergias empeoran cada año? Es posible que no sea su imaginación. “El cambio climático parece estar empeorando las alergias”, asegura el doctor Richard Weber, expresidente de la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología y profesor de medicina del instituto de salud National Jewish Health en Colorado. “Las plantas que causan alergias son más grandes y producen más polen, y las temporadas de alergias están comenzando antes y se alargan más tiempo”.
5. Estrés
Tras estudiar a un grupo de 179 personas con fiebre de heno o alergia al polen, los investigadores de la Universidad Estatal de Ohio descubrieron que el 39 por ciento que padecía más de un ataque de alergia registraba altos niveles de estrés. La mayoría, a los que se estudió durante doce semanas, experimentaron más de cuatro ataques de alergia en dos períodos de 14 días. Aunque el estudio no demostró una relación de causa-efecto, se sabe que el estrés exacerba muchos problemas de salud. “Aunque reducir el estrés no cura las alergias, puede ayudar a disminuir los episodios con síntomas muy intensos”, afirma el doctor Amber Patterson, autor del estudio.
6. Dejar las ventanas abiertas
Bassett recomienda manejar con las ventanillas cerradas y poner el aire acondicionado en la función “sin recirculación”. Tratar de estacionar en un garaje o en un lugar cubierto para reducir las probabilidades de que se deposite polen sobre la superficie. Mantener también las ventanas de casa cerradas para evitar que entre polen. Verificar que el filtro del del aire acondicionado esté limpio e instalado correctamente.
7. No retrasar la medicación
Se
suele empezar a tomar medicación para la alergia cuando los síntomas se vuelven
insoportables, pero es un error. “Quienes padecen alergias fuertes al polen”,
remarca el doctor Michael Smith “deben comenzar a tratarla antes de que
aparezcan los síntomas. Estar atentos al nivel de polen y en cuanto comience a
aumentar, empezar a tomar la medicación. Una vez que el organismo incrementa la
liberación de histaminas y químicos inflamatorios, es mucho más complejo tratar
las alergias.