Omega 3 Omega 3

Un factor determinante en el tratamiento de la artritis es el consumo de ciertos alimentos, y la exclusión de otros.

Además del tratamiento oportuno y la rutina de ejercicios, la dieta de un paciencia con artritis es otro punto para considerar en el enfoque multidisciplinario. En la visión de Ximena Rodríguez, directora de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Bernardo O'Higgins (UBO), “la ingesta de nutrientes como ácidos grasos omega 3, tanto el EPA como el DHA, tienen un impacto positivo al ser mediadores resolutivos de la inflamación de los pacientes con artritis. El seguimiento de la dieta mediterránea y el consumo de aceite de oliva también son recomendables, debido a su capacidad antioxidante y antiinflamatoria, por la alta calidad de los nutrientes que entregan”. En este ámbito, la profesional advierte que la malnutrición por exceso se presenta con frecuencia en la población con artritis, sumado a que la obesidad se relaciona a procesos inflamatorios. “Entonces, es un factor agraviante para el control de esta patología y, al mismo tiempo, vemos que la inflamación, que se asocia a la obesidad, es una de las principales causas de resistencia a la insulina”, detalla la académica de la UBO, añadiendo que las principales razones del incremento del peso se relacionan con la administración de ciertos fármacos, como los glucocorticoides, y con el sedentarismo. Por ello, resulta esencial para los aquejados por esta enfermedad llevar una dieta individualizada de acuerdo a sus necesidades nutricionales y que considere también sus preferencias. “Los alimentos recomendados son aquellos que aportan omega 3. Los pescados grasos, como salmón, jurel y atún son una buena elección, así como el aceite de pescado y otros productos de origen marino. También es importante incorporar aquellos nutrientes con una alta capacidad antioxidante, como son las vitaminas E y C, además de polifenoles y carotenoides, nutrientes que se encuentran en frutas, verduras y legumbres, todas parte de la dieta mediterránea y también de nuestra gastronomía nacional”, aconseja Rodríguez, agregando que no debe olvidarse el aceite de oliva por su efecto en la inhibición del estrés oxidativo y sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, vitales para el control de la artritis. En la otra vereda, ¿qué conviene evitar? Según la experta consultada, se ha evidenciado que los ácidos grasos omega-6 podrían inhibir los efectos antiinflamatorios de los ácidos grasos omega-3, por lo que la recomendación es mantener una proporción omega-6/omega-3 que se sitúe en el rango entre 4/1 a 2/1. ¿Dónde está el omega 6? Principalmente en los aceites vegetales como girasol, sésamo y maíz. “Junto con ello, es mejor prescindir de alimentos procesados, bebidas azucaradas y comida chatarra, por su elevada densidad calórica y aporte de grasas saturadas, sodio y azúcar, que no aportan nutrientes esenciales para el organismo”. 

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