Sedentarismo Sedentarismo

Factores como el estilo de vida y el sedentarismo hacen que esta enfermedad esté en alza.

Nadie conoce mejor el propio cuerpo que uno mismo, por lo que resulta importante aprender a escuchar y observar esas señales de alarma que pueden aparecer, las que merecen toda nuestra atención; sobre todo, cuando se trata de síntomas casi silenciosos o vagos, los que resultan determinantes a la hora de definir si estamos en un estado de salud o de enfermedad. Seguramente nos parezcan familiares las advertencias de los expertos que nos dicen que el primer signo de un metabolismo alterado corresponde a la falla de una de las partes de este sistema, la cual se manifiesta como aumento de los niveles de insulina, elevación del colesterol o los triglicéridos, el crecimiento del diámetro de la cintura, producto de los depósitos de grasa abdominal, todos marcadores indiscutibles de un trastorno metabólico que da indicios de un mayor riesgo depadecer diabetes, con el consiguiente mal funcionamiento, eventual, de otros órganos relacionados con el páncreas. 

La diabetes, en alza

El metabolismo, que es la forma en que el cuerpo usa los alimentos, en particular, los carbohidratos, para obtener energía y mantener la vida, es el que está vinculado con el desarrollo de patologías como la diabetes de tipo 2, si nos despreocupamos de su funcionamiento. Según el Ministerio de Salud, “en Chile un 12,3 % de las personas registraron altos niveles de azúcar en sangre en ayunas con resultados que coinciden con diabetes y un 31 % de las personas que tienen más de 65 años están afectadas por la sospecha de diabetes mellitus”. Contrario a lo que pudiéramos pensar, la diabetes de tipo 2 no es una enfermedad moderna ni exclusiva de países occidentales. Existen antecedentes desde 1550 a.C., desde Egipto, India y la antigua Grecia hasta llegar a nuestros días. No obstante, el estilo de vida sedentario y rico en consumos de comida chatarra ha incrementado su incidencia en las últimas décadas. Lo más reciente sobre esta enfermedad ha sido entender la relevancia de los marcadores, como el índice glucémico (IG), dado que condicionan el control del peso, el apetito y el desarrollo de diabetes e incluso, los estados de ánimo. El índice glucémico (IG) es una medida de la rapidez con la que un alimento (carbohidratos) puede elevar los niveles de azúcar (glucosa) en la sangre. Ello abre un camino de prevención y mitigación: el consumo de alimentos con un IG bajo puede ayudar a alcanzar un mejor control sobre los niveles de azúcar en la sangre. 

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