Los expertos afirman que los dolores, los
espasmos, la diarrea y la constipación causados por este problema digestivo
parecen ser consecuencia de movimientos intestinales demasiado rápidos o muy
lentos, y de nervios que se vuelven sensibles a la menor presión después de
comer.
La causa originaria del síndrome del colon
irritable sigue siendo un misterio. Los expertos sospechan que una
proliferación excesiva de bacterias, una infección gastrointestinal u otros
factores pueden hacer que los músculos de las paredes intestinales se muevan
demasiado rápido o demasiado lento. Además, los nervios de los intestinos se
vuelven muy sensibles.
Algunos síntomas a los que debe estar alerta
son los dolores y cólicos abdominales, hinchazón, meteorismo, diarrea o
constipación (o ataques alternados de ambos), mucosidad en las deposiciones. Si
presenta estos síntomas y le diagnosticaron colon irritable, le resultarán
útiles los consejos que le ofrecemos a continuación.
Detecte las comidas problemáticas. Muchas personas que sufren de colon irritable saben por
experiencia qué comidas causan problemas. Los alimentos problemáticos más
comunes incluyen el alcohol, el chocolate, las bebidas cafeinadas, los
productos lácteos y los edulcorantes sin azúcar, como el sorbitol y el manitol.
Las personas que tienen problemas de gases e hinchazón también pueden ser
sensibles a las legumbres, el brócoli, el repollo y la coliflor. A otros, las
comidas muy grasosas pueden causarles dolores intestinales.
Cuando los investigadores de la Facultad de
Medicina del St. Georges Hospital de Londres analizaron la sangre de 132
personas con síndrome de colon irritable y 42 personas saludables que se
expusieron a 16 alimentos comunes, las personas del grupo con esta afección
mostraron niveles más altos de un anticuerpo denominado IgG4, asociado con la intolerancia
a ciertos alimentos, en respuesta a la carne de vaca, la carne de cordero, la
carne de cerdo, la soja y el trigo. Por esto, los científicos recomiendan que
si sufre de colon irritable, preste mucha atención a cómo se siente unas horas
después de ingerir estos alimentos. Aquí encontrará algunos consejos para
detectar las comidas problemáticas.
Paso 1: Controle sus síntomas. Escriba la fecha, el tipo de síntomas que está
sufriendo, cuánto tiempo duran, qué comió –y cuánto– un día o dos días antes,
los medicamentos que haya tomado y qué estaba haciendo inmediatamente antes de
comenzar a sentir molestias. Después de 14 días, busque coincidencias.
Paso 2: Elimine una comida sospechosa a la vez. En otro estudio británico, las
personas que eliminaron los alimentos problemáticos notaron una mejoría del 26
por ciento en los síntomas. Si elimina un alimento por vez, tendrá una idea más
clara de qué es beneficioso y qué no.