Con
los actuales avances científicos y tecnológicos, ¿qué les depara el futuro a
las hierbas, protagonistas de la medicina natural?
En
el pasado, a la medicina herbal se la veía como un arte que ejercían personas
que sabían de plantas, pero en el futuro, la ciencia, la tecnología y la
economía tendrán una influencia cada vez mayor en su ejercicio. Las
investigaciones científicas han descubierto interesantes desarrollos en la
aplicación de las medicinas herbales, y esto podría ampliar nuestros horizontes
para paliar los problemas de salud en el mundo.
El
cofre del tesoro de la naturaleza
Hace
tiempo que los científicos reconocieron al reino vegetal como una fuente rica en
medicamentos potenciales. En todo el mundo, los investigadores examinan la química
de las hierbas de manera sistemática, con el fin de revelar sus secretos
terapéuticos.
En
algunos casos, los estudios identifican nuevos compuestos que pueden aportar
beneficios a la salud. Entonces, los investigadores aíslan o purifican el
compuesto, o hacen una réplica sintética para usarla como medicina. Este tipo
de investigaciones podrían parecer especulativas, pero las compañías farmacéuticas
tienen buenas razones para destinar parte de su presupuesto a la investigación
de esta clase de trabajo; varios medicamentos ya en uso se producen de esta
manera. Por ejemplo, la aspirina es un compuesto sintético basado en el ácido
salicílico presente en la corteza del sauce blanco y en la ulmaria. Y aún hay
cosas interesantes por descubrir: una sustancia en la hierba Stevia rebaudiana
es 300 veces más dulce que el azúcar, sin sus efectos de alteración de la glucosa
o aumento de peso
La importancia de las tradiciones locales
Aunque desde un ángulo diferente, los etnobotánicos persiguen la misma meta al estudiar el papel que desempeñan las hierbas y otras plantas en diversas sociedades y culturas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que muchas personas en todo el mundo confían en las tradiciones y remedios locales para atender su salud, y que, sobre todo en los países en vías de desarrollo, estas suelen ser más económicas que los fármacos. En el futuro, la etnobotánica seguirá documentando las prácticas tradicionales, a fin de evaluar su seguridad y eficacia. Cuando sea pertinente, se contará con el respaldo de los proveedores locales de servicios médicos.
Validación
de medicinas naturales
Las
pruebas clínicas doble ciego controladas por placebos se consideran la norma de
oro en la investigación médica, pues permiten hacer un análisis estadístico
imparcial de la seguridad y la eficacia de los fármacos. Conforme más hierbas
se van sometiendo a pruebas clínicas y prueban sus beneficios terapéuticos, va
mejorando la credibilidad dentro del mundo médico, y los doctores están más
abiertos a recetarlas a sus pacientes.
El
uso de pruebas clínicas para verificar la acción terapéutica de las hierbas
proporciona información valiosa a los investigadores y profesionales clínicos,
pero existen varias y complejas dificultades en este procedimiento para realizar
las pruebas en los medicamentos herbales.
El
primer obstáculo a vencer es que todos los pacientes deben tomar exactamente la
misma medicina; sin embargo, como se trata de sustancias naturales, las hierbas
pueden presentar variaciones químicas entre un lote y otro.
Por
esto, los productos herbales que se usan en muchos estudios son estandarizados,
y ahora contamos con una cantidad significativa de evidencias que apoyan el uso
de productos herbales estandarizados (hierbas aisladas administradas en cápsulas
o tabletas), pero mucho menos evidencia de la eficacia de los preparados más
tradicionales como las infusiones y decocciones caseras y los medicamentos
compuestos hechos con diversas hierbas.
Los
procesos que conlleva la creación de productos naturales estandarizados dan a
las compañías cierto nivel de propiedad sobre los resultados de la
investigación, lo cual les da mayor libertad para recuperar su inversión,
argumentando que su producto, a diferencia de los productos no estandarizados, se
han probado clínicamente.
Estos
temas tienen una implicación mayor en la forma en que se practicará la medicina
herbal en el futuro, y ya influyen en los hábitos de prescripción de varios profesionales.
Qing
hao, hierba clave para curar la malaria
La historia del qing hao (Artemisia annua), o ajenjo chino, es una muestra de la forma en que los medicamentos derivados de las hierbas pueden tener un impacto considerable en el futuro de la atención médica. En la década de 1970, investigadores chinos que buscaban remedios naturales para la malaria redescubrieron su potencial. Estudios posteriores revelaron que el ingrediente activo artemisinina es muy efectivo contra el parásito de la malaria, que se contagia de una persona a otra a través de los mosquitos y mata a millones de seres humanos cada año. Hoy, la terapia combinada con artemisinina (TCA) ha revolucionado el tratamiento de la malaria. Esta terapia reúne derivados de la artemisinina y agentes farmacéuticos en un solo medicamento. La TCA es segura y derrota a la malaria en solo 3 días, por ello, la OMS confirma que es la mejor opción para combatirla, aunque su costo es muy eleva do (15 veces más que la anterior generación de fármacos antipalúdicos).
Pero la artemisinina también ha probado ser revolucionara en términos económicos. En 2003, la asociación no lucrativa Médicos sin Fronteras, junto con institutos de investigación en África, Asia, Europa y Sudamérica, creó la Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (DNDi, por sus siglas en inglés). Hasta la fecha, este esfuerzo conjunto ha desarrollado dos formas de TCA que ya se llevan a cabo en Asia, África, Centro y Sudamérica, donde, al ser las primeras medicinas del mundo libres de patente, están cambiando no solo la visión de la salud sino el pronóstico económico en las comunidades afectadas por la malaria.