El diagnóstico de esta enfermedad suele alterar la armonía
familiar: cómo afrontarlo y acompañar.
Fuente: Mayoclinic.org
Suele empezar con ligeras pérdidas en la memoria que
afectan la vida cotidiana y que pueden avanzar progresivamente hasta otras
habilidades cognitivas, como la capacidad de mantener una conversación. La
enfermedad de Alzheimer, principal causa de demencia en todo el mundo, es un
fantasma temido.
Cuando a un miembro de la familia se le diagnostica este
mal u otra demencia, el efecto en toda la familia puede ser abrumador,
según afirma este artículo publicado en el portal Mayoclinic.org.
La noticia puede desencadenar una serie de emociones, como
ira, miedo, frustración y tristeza. También hay muchas decisiones que tomar
sobre el tratamiento, la atención, los arreglos de la vivienda, las finanzas y
la atención en el final de la vida. Como resultado, los conflictos
familiares son frecuentes.
Cada núcleo familiar también tiene su propia historia de
relaciones, roles y conflictos que pueden afectar la forma en que los
individuos reaccionan a un diagnóstico y la forma en que los miembros ven sus
roles a la hora de brindar atención y apoyo.
Es importante considerar estrategias que fomenten la
cooperación para aliviar algunos conflictos familiares. A continuación, algunas
de ellas.
Algunos pueden proporcionar cuidados prácticos o hacer
arreglos para que el miembro de la familia se mude con ellos. Otros pueden ser
responsables del cuidado de relevo, de las tareas domésticas o de los
mandados. Su familia podría designar a alguien para que se encargue de los
asuntos financieros o legales. Una persona podría investigar sobre los centros
de atención.
Consejos de organización para cuidar a una persona con alzhéimer
1. Organice reuniones periódicas
Es importante tener reuniones familiares para hablar del
cuidado y otros asuntos relevantes. Al reunirse regularmente — por ejemplo,
una vez por mes—, se puede hablar de algunas preocupaciones por vez, evitar
el agotamiento de las reuniones largas y estar más preparados para cualquier cambio
en la atención.
2. Comparta la responsabilidad
Haga una lista de las funciones y responsabilidades actuales
y previstas. Esto se puede hacer en persona, por teléfono o por
videoconferencia. Invite a todas las personas que forman parte del equipo de cuidado, incluidos los amigos de la familia y otros contactos cercanos.
Cuando corresponda, como en el caso de las preocupaciones sobre el cuidado en
el hogar, incluya al miembro de la familia con demencia.
Si no puede resolver los desacuerdos, considere invitar a un
trabajador social o a un representante religioso para que lo ayude a organizar
una reunión, tal como recomienda este artículo de Mayoclinic.org.
3. Elabore una lista de los temas que se tratarán y compártala
antes de la reunión
Deje en claro que el objetivo de la reunión es evaluar el
cuidado y las necesidades, identificar problemas y considerar soluciones. Tenga
presente que, quizás, deba negociar y que tal vez surjan posibilidades que
no haya considerado. Termine las reuniones familiares con un claro resumen
de lo que se ha acordado, lo que cada persona se ha comprometido a hacer y lo
que debe hablarse en el futuro. Puede hacer una minuta de la reunión o una
grabación de audio para los miembros de la familia que no puedan asistir.