Unas horas más de descanso a la
semana tienen beneficios reportados en la mente y el cuerpo.
La profesora Carol Maher,
investigadora principal de la UniSA, afirma que el estudio respalda el
creciente movimiento a favor de una semana laboral de cuatro días. “Empresas
de todo el mundo están probando una semana laboral más corta. No es de extrañar
que los empleados declararan menos estrés, agotamiento y fatiga, así
como una mejor salud mental y un mayor equilibrio entre la vida laboral y
personal”, afirma. “Este estudio aporta pruebas empíricas de que las
personas tienen patrones de estilo de vida más saludables cuando disfrutan de
un fin de semana de tres días. Se espera que este aumento de la actividad física
y del sueño tenga efectos positivos tanto en la salud mental como en la
física, contribuyendo a los beneficios observados con una semana laboral de
cuatro días”. Y, agrega, “lo que es más importante, nuestro estudio también
demostró que, incluso, después de unas vacaciones cortas, el aumento del sueño de
las personas se mantuvo elevado durante dos semanas, lo que demuestra que
los beneficios para la salud de un descanso de tres días pueden tener efectos
duraderos más allá de las propias vacaciones”. Por ello, “a medida que el
mundo se adapta a una nueva normalidad pospandémica, quizá sea hora de aprovechar
cualquier fin de semana largo para mejorar nuestra salud física y mental”.