Baño infantil Baño infantil

Con frecuencia, la negativa al baño no es un mero capricho, sino que se debe a motivos que desconocemos.

Fuente: Kidsit.com 

1. LOS NIÑOS NO QUIEREN DEJAR DE HACER LO QUE ESTÁN HACIENDO

Tal vez están entretenidos con un juguete o en medio de un juego y, simplemente, no quieren abandonar esa tarea para bañarse, por lo que el problema puede no estar específicamente vinculado con el baño. Es probable que usted encuentre la misma resistencia si les pide que dejen de jugar para ir a cenar o cualquier otra cosa.

Cómo solucionarlo: recuérdeles con algo de anticipación que pronto tendrán que bañarse, de manera que puedan prepararse mentalmente y no sea tan grande la sorpresa cuando les anuncie que llegó la hora. Un temporizador es muy útil en estos casos.

También es bueno recordarles que podrán volver a jugarcon sus juguetes apenas terminen de bañarse. Si el juguete que están usando es apto para agua, tal vez pueda proponerles que lo lleven a la bañera con ellos. De lo contrario, intente encontrar un reemplazo adecuado para mantenerlos ocupados y entretenidos mientras se bañan.

2. LA HORA DE LA CAMA LES PRODUCE MIEDO

Los niños conocen sus rutinas diarias. Tal vez no tengan ningún problema con el baño en sí, pero saben que la hora del baño significa que el momento de acostarse se aproxima.

Cómo solucionarlo: aborde la cuestión de la hora de ir a la cama, en lugar de hablar del baño. Mientras tanto, intente desvincular la idea del baño de la hora de dormir. Converse con ellos acerca de alguna otra actividad divertida que puedan hacer después del baño. Tal vez darles un snack especial antes de lavarse los dientes o ver un episodio de su programa de televisión favorito. 

3. TIENEN MIEDO AL JABÓN EN LOS OJOS

Una sola mala experiencia con jabón o champú en los ojos basta para que un niño tenga miedo de bañarse durante mucho tiempo. A algunos niños más sensibles tal vez ni siquiera les guste sentir el agua en la cara, y, en esos casos, es preciso tener aún más cuidado.

Cómo solucionarlo: use un champú especial para niños que no produzca ardor en los ojos. Para lavarles el cabello a niños pequeños, ayúdelos a inclinarse hacia atrás de manera que el jabón no entre en contacto con los ojos. Incluso existen visores especiales y otros dispositivos para ayudar a mantener el champú y jabón lejos de los ojos de los niños mientras les lava el cabello. 

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