Sexo en personas mayores Sexo en personas mayores

Aunque el sexo suela asociarse con las personas jóvenes, la edad adulta trae de la mano más seguridad y un disfrute diferente.

Fuente: Salud a Diario

Cuando estamos en una relación desde hace largo tiempo, podemos descubrir que nuestra vida amorosa mejora después de los 60 años. Experimentamos la mayor intimidad que resulta de conocer bien a la otra persona, o tal vez tengamos oportunidad de renovar una pasión sumergida por años en tensiones laborales y en el cuidado de los hijos. La vida sexual también mejora. Con la edad, podemos relajarnos y explorar no solo las sensaciones físicas, sino también otros aspectos de nuestras emociones y nuestra sensualidad, libres de las limitaciones y las distracciones de la familia, así como de la presión de las expectativas juveniles.

Formas de enriquecer nuestra vida sexual

1. Sea innovador. El sexo no tiene porqué ser serio.

2. Aliente la espontaneidad. Cuando esté de humor, déjese llevar.

3. Experimente y sea creativo; intente diferentes lugares y horas del día.

4. Comuníquense. Sea abierto respecto de sus deseos y pregúntele a su pareja sobre ellos. En las relaciones de largo plazo, los supuestos sobre las necesidades y fantasías mutuas pueden estar décadas atrasados. El solo hecho de hablar de las relaciones sexuales puede ser excitante.

5. Concéntrese en la intimidad, no en el acto. Acariciarse, besarse y tocarse es satisfactorio si algún problema físico impide la penetración.

6. Recuerde el romanticismo. Arme la escena, camine de la mano, organice cenas con velas o escapadas de fin de semana.

7. Integre en la vida diaria afecto y sensualidad: abrazos, besos y caricias. 

Problemas sexuales en la tercera edad

Tanto hombres como mujeres pueden enfrentar problemas en sus relaciones sexuales cuando llegan a la tercera edad. A menudo, las dificultades están más relacionadas con la salud que con la edad. Sea paciente y comprensivo con su pareja (y consigo mismo); en muchos casos, puede hacerse algo para mejorar la situación. Sea cual fuere su problema, no tenga miedo ni vergüenza de tratarlo con su médico. Enfermedades subyacentes, como la diabetes, la aterosclerosis o los problemas de próstata pueden ser tratables. La medicación para la hipertensión o para la depresión puede causar disfunción eréctil, y muchos medicamentos pueden disminuir el deseo, la excitación o la respuesta sexual tanto en hombres como en mujeres. Si la medicación es la causa del problema, podría cambiarse. Su médico también puede ofrecerle dispositivos o fármacos que promuevan la erección en el caso de los hombres: gránulos, cremas, inyecciones o comprimidos. Asimismo, el dolor, una menor movilidad como resultado de la artritis u otras enfermedades pueden dificultar las relaciones sexuales o reducir el placer. Intentar diferentes posiciones suele ayudar. Además, después de la menopausia, los tejidos vaginales de la mujer pueden afinarse, y sus secreciones disminuyen, lo que torna incómodo el coito. Si el juego previo no mejora la situación, la solución puede ser un lubricante, o un estrógeno vaginal prescrito por el médico.

Ejercicios para la salud sexual

Ciertos ejercicios simples, como los ejercicios de Kegel, fortalecen los músculos del piso pélvico y pueden mejorar la vida sexual, tanto de hombres como de mujeres. También ayudan en casos de prolapso vaginal (más común con la edad) e incontinencia urinaria. Empiece por identificar los músculos que usaría para detener el flujo urinario a mitad de camino. Contraiga suavemente y cuente hasta diez, luego afloje y repita diez veces. Haga esto tantas veces al día como pueda.

En los mayores, también sexo seguro

La edad no es una barrera para las relaciones sexuales, tampoco lo es para las enfermedades de transmisión sexual. La incidencia de estas ha aumentado en el grupo etario mayor, tal vez porque las personas divorciadas o viudas tienen hoy una vida sexual más activa que en anteriores generaciones. Según una ONG británica que se ocupa de temas de salud sexual, las enfermedades de transmisión sexual entre personas de más de 45 años se duplicaron. El número de casos de sífilis, clamidia, herpes genital e infecciones por el virus del papiloma humano creció en forma vertiginosa en el segmento etario mayor. Entonces, ¡a cuidarse!, y a usar preservativo si tiene una nueva relación. 

Elegí tu puntuación
Dejá tu comentario