Adicciones Adicciones

El alcohol, los fármacos y el tabaco, las tres grandes adicciones que enfrentan los humanos.

Quizá nunca pensó que el aperitivo que toma antes del almuerzo, el vino en las comidas o el coñac antes de ir a la cama podían hacerle algún daño. Pero tomar mucho alcohol en forma regular puede afectar la salud física y mental y, peor aún, si está tomando medicamentos.

Estos son síntomas de un posible problema de alcoholismo:

Beber solo u ocultar la bebida.

Sentirse irritado si se pierde la bebida “ritual” antes de la cena.

Perder el interés en las cosas que solían gustarle.

Continuar bebiendo, aunque el médico le haya aconsejado lo contrario.

Experimentar problemas de memoria y confusión.

Dependencia de la droga

El mal uso de los fármacos que hacen quienes pasaron la barrera de los 50 se ha convertido en un problema; los mayores responsables son la nicotina, el alcohol y las drogas de prescripción médica, según una investigación de la Universidad de Maryland, EE. UU. Incluso puede crear dependencia un tratamiento corto de ansiolíticos, somníferos o analgésicos. Pero la dependencia total (adicción) se va acrecentando sin que nos demos cuenta.

Después de pasar por ciertas situaciones como la de habernos jubilado, separado o haber perdido a un ser querido, suele invadirnos una sensación de soledad y aislamiento muy difícil de sobrellevar. O quizá, después de una intervención quirúrgica o de una internación, nos cuesta dejar el medicamento que tomamos durante ese período.

El problema radica en que la dependencia puede ser más nociva en la tercera edad, debido a los cambios físicos (el hígado, por ejemplo, ya no tolera grandes cantidades de alcohol) y otros trastornos de salud. Mezclar medicamentos con alcohol es particularmente peligroso porque este último potencia los efectos de algunas drogas, como los analgésicos y los somníferos. Los síntomas de que nos hemos vuelto drogadependientes son los siguientes:

Tomar tranquilizantes o analgésicos ante el primer problema que se presente.

No poder afrontar el día sin tomar algún fármaco.

Si alguno de estos comportamientos, asociado con el alcohol o las drogas, le suena conocido, consulte a su médico. No hay por qué sentirse culpable o avergonzado y existen muchas maneras de superarlo.

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