Diverticulitis Diverticulitis

El daño reiterado al tracto intestinal puede generar protuberancias, y estas, a la larga, pueden provocar diverticulitis. 

Fuente: Salud a Diario

La constipación prolongada, el esfuerzo excesivo para ir de cuerpo y una dieta baja en fibras pueden causar daños invisibles a las paredes del tracto intestinal. Esta situación repetida puede crear pequeñas protuberancias del tamaño de una arveja. Los folículos, llamados divertículos, pueden aparecer en grandes cantidades, aunque por lo general no causan problemas. Pero, si las heces quedan atrapadas en una bolsa, el folículo puede inflamarse e infectarse, desarrollándose una afección denominada “diverticulitis”, que causa dolor abdominal agudo, fiebre, náuseas y constipación o diarrea. Además, existe el riesgo de obstrucciones intestinales o desgarros y sangrado si explota un vaso sanguíneo cercano a una bolsa.

Cómo prevenir la diverticulitis

Incremente la cantidad de fibra:

• Agregue 30 g de fibra a su dieta diaria. Esto disminuye el riesgo de padecer diverticulitis en un 47%, según un grupo de investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard que realizó un seguimiento de la salud y la dieta de cerca de 44.000 hombres durante cuatro años. • Si ya ha sufrido un episodio doloroso, aumente la cantidad de fibra en sus comidas para prevenir que ocurra otro. En un estudio inglés con personas hospitalizadas por diverticulitis, el 90% de las que comenzaron una dieta alta en fibras logró eliminar los síntomas y mantuvo esta condición cuando los investigadores volvieron a examinarlos siete años después.

Beba grandes cantidades de líquido junto con la fibra. Esto hará que las heces sean blandas y esponjosas, lo que facilita su pasaje y disminuye la tensión en las paredes intestinales. Los investigadores creen que también se lograría un intestino más saludable al brindar un refugio para bacterias beneficiosas y al mantener la capa protectora de mucosidad que reviste las paredes interiores. De esta manera, se podría impedir que el sistema inmune reaccione desproporcionadamente y cause inflamación y divertículos.

• Si decide aumentar su ingesta de fibras, hágalo lentamente. Agregue pocos alimentos de alto contenido en fibra a su dieta cada semana durante el curso de un mes o dos para que usted y su cuerpo se acostumbren a los cambios. Y asegúrese de beber varios vasos de agua todos los días para evitar molestias

Remedios caseros contra la diverticulitis

Sí a las frutas. Comer papas fritas, galletas o frituras 5 o 6 veces por semana aumentó el riesgo de enfermedad diverticular un 69%, según un estudio realizado con 48.000 hombres. Por el contrario, comer duraznos, arándanos azules, damascos, manzanas o naranjas como bocadillo entre comidas disminuye el riesgo hasta un 80%. Evite las frutas que le causan diarrea.

Semáforo rojo: carnes rojas y sus derivados. Un grupo de investigadores griegos halló que una dieta cargada de carnes rojas puede aumentar las posibilidades de diverticulitis hasta 50 veces más que una dieta vegetariana. Y solo media ración (110-170 g) de carne vacuna, cerdo o cordero 5 a 6 noches por semana triplicó el riesgo de enfermedad diverticular, según el estudio realizado por Harvard mencionado con anterioridad. Comer salchichas una vez por semana aumentó las posibilidades en un 86%; una porción de carne procesada (fiambres) 5 a 6 veces por semana casi duplicó las probabilidades.

Semáforo verde: pescado y pollo. Las personas que ingerían regularmente pescado y pollo casi no aumentaron el riesgo. Algunos expertos creen que las carnes rojas pueden provocar que las bacterias del colon produzcan sustancias que debilitan la pared intestinal, lo que facilita la formación de bolsas.

Puede disfrutar del café o el té. En el pasado, se aconsejaba evitar bebidas con cafeína, pero las investigaciones recientes sugieren que, en realidad, influyen muy poco en la diverticulitis.

¡A caminar se ha dicho! Según un estudio, la actividad física disminuyó el riesgo de enfermedad diverticular en un 48%, posiblemente al hacer que las heces se muevan con mayor rapidez a lo largo del tracto intestinal. Las personas que salían a caminar fueron las más beneficiadas, pero cualquier tipo de ejercicio puede ayudar, según los expertos, especialmente si también se consumen fibras.

Utilice la inercia del organismo. No es bueno forzar el movimiento intestinal, porque agrega una presión extra a las paredes del intestino y esto promueve la formación de bolsas. Si tiene constipación, es mejor que aproveche este mecanismo natural del cuerpo, el reflejo gastrocólico: media hora después de comer, el sistema gastrointestinal hace lugar para lo recién ingerido; esta ola de actividad muscular a menudo provoca un movimiento intestinal favorable si usted va al baño en ese momento.

Atención a los medicamentos. Pregunte a su médico si la constipación es un efecto secundario común de los remedios recetados o de venta libre que está tomando. Los causantes pueden ser los antiácidos que contienen aluminio o calcio, los antidepresivos, los antihistamínicos, los bloqueadores de los canales del calcio, los diuréticos, los suplementos de hierro, los analgésicos opiáceos y la pseudoefedrina, este último presente en muchos medicamentos para resfríos. Debería sustituirlos por un fármaco diferente.

Más grasas, pero de las buenas. Incorporar grandes cantidades de ácidos grasos omega 3 (en pescados, semillas de lino –que también actúan como laxante– y aceite de linaza, nueces o cápsulas de aceite de pescado) puede disminuir los niveles de inflamación del colon, lo que es muy beneficioso ya que la hinchazón puede causar síntomas agudos de diverticulitis. Tomar 1 g de aceite de pescado 1 o 2 veces por día puede ayudar, según los expertos en patologías digestivas de la Universidad de Maryland. Consulte a su médico antes de comenzar con suplementos de aceite de pescado.

Recurra a los probióticos. La enfermedad diverticular puede diezmar las bacterias beneficiosas del intestino. Estas bacterias buenas, disponibles en suplementos conocidos como probióticos, tienen un papel importante en el movimiento rápido de las heces, en la protección del revestimiento de las paredes intestinales y hasta en la reducción de la inflamación. Algunos estudios sugieren que mejorar los niveles de estas bacterias podría eliminar el riesgo de ataques repetidos de diverticulitis. Busque las bacterias Lactobacillus acidophilus, L. plantarum, Saccharomyces boulardii y bifidobacterias en las etiquetas de los productos con probióticos.  

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