Ricas, dulces y sustanciosas, estas verduras son muy
nutritivas y proporcionan fibra, folato, potasio y fitonutrientes, como las
antocianinas y las saponinas.
Qué nutrientes contienen las remolachas
Betacianina: Este tipo de pigmento vegetal se estudia
porque defiende a las células contra los dañinos carcinógenos, y también por su
potencial como compuesto contra los tumores.
Betaína: Estudios preliminares sugieren que esta
sustancia puede ser útil para disminuir la homocisteína, aminoácido asociado
con el creciente riesgo de cardiopatías.
Fibra: La fibra soluble de las remolachas puede
relacionarse con la reducción de los niveles de colesterol LBD (“malo”).
Folato: Ayuda a prevenir defectos congénitos y protege
contra las cardiopatías y el cáncer. (Una taza de remolacha cocida y cortada en
cubitos aporta 136 mcg de folato, un 34 por ciento del Valor Diario).
Oxalatos: Si es usted propenso a cálculos renales o
gota, evite hojas de remolacha, ricas en oxalatos. Los oxalatos forman
diminutos cristales que pueden propiciar el desarrollo de cálculos renales.
saponinas En baja cantidad en las remolachas, pueden fijar el colesterol en el
tracto digestivo y disminuir el riesgo de cardiopatías.
Cómo aprovechar al máximo los beneficios de las remolachas
Para conservar la antocianina (betacianina) de estos
vegetales, es preferible asar, hornear o preparar en microondas las remolachas
enteras y con su cáscara. Si las cocina peladas o cortadas, sus pigmentos
vegetales (y las antocianinas) se perderán. No las hierva en agua, pues parte
del folato, una vitamina B soluble en agua, se diluirá en el agua de cocción.
Ideas para incorporar remolachas en la alimentación
Muela remolachas con yogur o crema agria baja en
grasa y vinagre al gusto. Enfríe y sirva como sopa refrescante.
Añada remolachas cocidas (o encurtidas) a los sándwiches de pollo o de carne, en vez de rebanadas de tomate.
Ralle remolachas crudas sin cáscara, y úselas en vez
de las zanahorias en las tortas, panes o muffins de zanahoria.
Haga una ensalada con remolacha cruda y sin cáscara,
rallada gruesa, y aceto balsámico, mostaza y eneldo.
Prepare una salsa para salmón con cuadritos de remolacha
cocida, sazonados con aceite de oliva y jugo de limón.