Conozca todos los procesos que se llevan a cabo en el cerebro mientras dormimos y descubra por qué son fundamentales unas buenas horas de sueño reparador.

Mientras duerme, su cuerpo puede permanecer tranquilo, pero su cerebro está ocupado. Elimina los desechos que dejaron las actividades cotidianas de las neuronas: una aglomeración de sustancias bioquímicas que pueden afectar el funcionamiento normal del cerebro. Repara y regenera tejidos fundamentales para la memoria y otros procesos cognitivos. En efecto, un sueño de alta calidad mejora la capacidad para hacer planes, resolver problemas, concentrarse y recordar cosas. ¿Quiere adquirir más inteligencia de la noche a la mañana? Duerma. El coeficiente intelectual de una persona es más elevado cuando está bien descansada.

¿Qué pasa con el cerebro mientras dormimos?

Dormir “desconecta” el cerebro, lo que le permite hacer todo su trabajo de archivo y otros mantenimientos de rutina. Durante la primera hora y media después de quedarse dormido, usted ingresa en el primero de varios ciclos nocturnos de ondas lentas de las fases 3 y 4 del sueño, las etapas más profundas. Este sueño profundo sin sueños lo ayuda a consolidar la retención de largo plazo de los recuerdos declarativos: los datos que ha aprendido o las situaciones que ha experimentado durante el día. Para alcanzar esta fase, los niveles de la hormona del estrés, el cortisol, deben ser muy bajos, razón por la cual la relajación es la clave para un buen descanso nocturno; y para una buena memoria. (Cuando los niveles de cortisol son elevados, se resiente el almacenamiento de recuerdos en el hipocampo. Con el tiempo, el cortisol corroe este centro de la memoria y las neuronas del hipocampo se consumen, lo que vuelve más lento el acceso a hechos y recuerdos). Hacia la madrugada, los niveles de cortisol se elevan naturalmente y se preparan para despertarlo. Antes de estar despierto, pasará por varias etapas de sueño de movimientos oculares rápidos (MOR o REM en inglés). Este sueño lleno de sueños le permite al cerebro ensayar las habilidades aprendidas en el día, como las notas que tocó en el piano o el nuevo paso de baile. Esto activa los circuitos neurales que se activarían si estuviera haciendo la actividad y ayuda al cerebro a almacenar estos recuerdos “de procedimiento” para siempre. Si el viejo dicho rezaba “Todo mejora con la práctica”, el nuevo debería decir “Todo mejora con la práctica y una noche de sueño”, según lo que señaló el doctor Matthew Walter, director del Laboratorio de Neurociencia y Sueño de la Universidad de California, en Berkeley. En el sueño MOR, uno procesa y ordena los recuerdos emocionales. Altos niveles de cortisol pueden causar daño también aquí: el exceso de cortisol degrada la memoria de largo plazo almacenada en el hipocampo, y mejora el almacenamiento de los recuerdos emocionales perturbadores en la amígdala, sede de nuestras emociones más primarias. 

¿Cuántas horas debemos dormir?

Si dormir el tiempo adecuado beneficia al cerebro, dormir de más puede ser aún mejor. Una o dos horas de sueño adicional respecto de la cantidad normal pueden ayudarlo a rendir mejor en tareas que requieren concentración continua. Y prestar más atención es el primer paso para recordar mejor. Dormir puede ayudar a su cerebro a combinar las ideas recién desarrolladas y resolver problemas con mayor creatividad. Uno se siente mejor y más contento cuando ha dormido toda la noche. Muchos no logramos dormir lo suficiente y eso es malo, ya que la privación de sueño aumenta la inflamación del cerebro, lo que puede impedir la formación de nuevas neuronas. Investigadores de la Universidad de Chicago hallaron que la privación de sueño crónica envejece al cerebro a un ritmo acelerado, lo que genera un temprano deterioro cognitivo. Aun así, no nos damos cuenta de que estamos necesitados de sueño. Un estudio publicado en la revista Epidemiology concluyó que cuando se les preguntó a más de 650 adultos cuánto tiempo dormían, ellos solían sobreestimar sus horas de sueño (se habían registrado cuántas horas dormían en realidad). Pero ¿no necesitamos dormir menos a medida que envejecemos? Los expertos dicen que no, aunque puede parecer que sí a causa de un proceso natural llamado “fase del sueño por turnos”. Al envejecer, tendemos a dormirnos más temprano o a tomar una siesta y despertarnos más temprano. Aun si estamos registrando nuestras horas de sueño en distintos momentos, necesitamos las horas de siempre.

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