Autoestima Autoestima

Con estas 10 acciones que recomienda una psicóloga, mejorar la autoestima es posible.

1. Háblate en positivo: el cerebro se cree todo lo que le decimos.

Si te paras frente al espejo y solo miras las partes que te acomplejan, y tú mismo/a te criticas, el concepto que tendrás de ti mismo/a será desde lo negativo. Intenta mirarte al espejo y fijarte en lo que si te gusta de tu cuerpo, y date el tiempo de agradecer y valorar. Y en cuanto a lo que no te gusta, no lo odies, acéptalo como una parte de ti que merece amor, a pesar de que no coincida con lo que quieres o con lo que te gusta. Y si es algo que te genera conflicto, busca maneras sanas de mejorarlo.

2. Trabaja la visión de ti mismo, lo que eres y lo que puedes llegar a ser: confía en ti, en tus habilidades.

Conócete e identifica lo que eres y lo que no. Lo que eres y te gusta poténcialo, refuérzalo y úsalo a tu favor, con consciencia de que eres capaz de lograr grandes cosas. Y lo que no te gusta, enfócate en mejorarlo y en controlarlo, siempre sin juicios, con amor y aceptación.

3. No te compares: recuerda que todos somos diferentes, y todos tenemos cosas buenas y malas.

Muchas veces nos comparamos desde lo positivo, desde lo que nos gustaría tener y no tenemos y caemos en la idealización. Recuerda que lo que conocemos del otro es solo una parte.

4. Enfócate en ti: concéntrate en lo que tú quieres y necesitas, y en cómo conseguirlo desde lo que tú eres y tienes.

5. Corre riesgos y aprende de tus fracasos: lo más importante de los procesos es el esfuerzo.

En el esfuerzo está la fuerza de evolucionar, de conseguir cosas nuevas, de mejorar, de explorar, etc. Y también, en el intento está el aprendizaje. Muchas veces conseguiremos nuestras metas, y muchas veces no lo haremos; y es ahí donde veremos cómo mejorar y como reorganizarnos, ahí se dará también el aprendizaje.

6. Tus pensamientos no son siempre ciertos.

No escuches los negativos: a veces nuestras expectativas y nuestras presiones nos llevan a criticarnos, a asustarnos o a ponernos vulnerables. Es necesario escucharnos y aprender a identificar qué pensamientos son realistas, y qué pensamientos tienen que ver con la ansiedad, el miedo u otras emociones que nos lleven a confundir la realidad.

7. Plantéate objetivos que puedas alcanzar: sé flexible y vuelve a intentar.

Si te fijas metas muy altas e inalcanzables, vivirás con la constante sensación de fracaso, cuando en realidad el problema está en las expectativas y no en las capacidades. Aprende a conocerte y, según eso, fija tus metas.

8. Trabaja sobre la memoria de tus éxitos (mira hacia atrás): un buen ejercicio es poder evaluar tus logros pasados y tus esfuerzos, agradécetelos e incorpóralos a lo que tú eres.

Pues, muchas veces es más fácil recordar los fracasos con culpa, que los logros con orgullo.

9. Haz atribuciones interiores sobre lo vas logrando (¿Por qué lo logré?): los logros no siempre son al azar, en general tienen que ver con movimientos que uno va haciendo para conseguirlos.

 Identifica tus logros y el proceso, ve qué habilidades estuvieron involucradas y felicítate por ellas, poténcialas y recoge el aprendizaje.

10. Acepta lo que no se puede cambiar y esfuérzate en lo que sí: muchas veces la ansiedad nos lleva a vivir en el pasado desde la culpa, o en el futuro desde la preocupación.

Enfócate en el presente, en lo que eres y necesitas hoy, y movilízate en eso. 

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