Covid prolongado Covid prolongado

El sofosbuvir, medicamento que se usa contra la hepatitis  C, podría tener efectos contra el COVID prolongado.

El medicamento antiviral sofosbuvir, que ya es un tratamiento aprobado para la hepatitis C, inhibe de manera efectiva la replicación del SARS-CoV-2 y revierte las alteraciones neuronales en los organoides cerebrales infectados con el virus. “Las vacunas y los tratamientos emergentes han reducido las consecuencias para la salud de la COVID-19 en la mayoría de los pacientes”, dice la autora principal del estudio, Alysson R. Muotri, profesora en los departamentos de Pediatría y Celular y Molecular de la Facultad de Medicina de UC San Diego (Estados Unidos). “Pero el fenómeno del COVID prolongado, caracterizado por síntomas persistentes que incluyen deterioro neurológico, sigue siendo poco conocido y sin ningún remedio específico”. “Este trabajo ayuda a explicar algunos de los síntomas neurológicos de COVID-19 y, lo que es más importante, sugiere que un medicamento antiviral aprobado por la FDA podría reutilizarse para restaurar la salud de las células cerebrales infectadas”. 

El sofosbuvir contra el COVID

Una investigación en laboratorio impidió al virus dañar la sinapsis entre las neuronas. Aunque se considera principalmente una enfermedad respiratoria, el COVID-19 puede causar síntomas neurológicos temporales o duraderos en algunos pacientes, que van desde pérdida del gusto y el olfato, problemas de concentración (niebla cerebral) y efectos psicológicos como depresión, hasta derrames cerebrales, epilepsia y encefalopatía. Organoides Con la evidencia acumulada de que el virus SARSCoV-2 puede infectar y alterar las células cerebrales (incluso en los fetos en desarrollo), el equipo de investigación se centró en el uso de organoides, tejidos tridimensionales autoorganizados derivados de células madre cultivadas que pueden imitar algún órgano. Los investigadores expusieron los organoides cerebrales al SARS-CoV-2, observaron la infección y la replicación virales y notaron que el virus disminuyó rápidamente la cantidad de sinapsis excitatorias en las neuronas dentro de los siete días posteriores a la infección. Las sinapsis excitatorias aumentan el potencial de acción de activación de una neurona, mientras que sus contrapartes, llamadas sinapsis inhibidoras, disminuyen ese potencial. Sin embargo, cuando los organoides infectados se trataron con sofosbuvir, se inhibió la replicación viral y se observaron deficiencias neurológicas rescatadas o restauradas. Los hallazgos se hacen eco de modelos computacionales anteriores que sugerían que el sofosbuvir podría ser un tratamiento y de investigaciones previas de Muotri y sus colegas, que encontraron que el sofosbuvir protegía y rescataba eficazmente las células neuronales infectadas por el virus del Zika. Además, “debido a que se ha demostrado que no presenta problemas de seguridad en mujeres embarazadas, también podría ser una opción para prevenir la transmisión del SARS-CoV-2 a sus hijos por nacer”. “Se necesitan más estudios y ensayos clínicos, por supuesto, pero estos hallazgos ofrecen un camino a seguir para el tratamiento de una condición (COVID largo) que hasta ahora ha obstaculizado el remedio para millones de personas en todo el mundo”.  

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