Más allá del producto que se use, la clave de un buen lavado
de manos es la técnica empleada.
Fuente: News-medical.net
Técnicas para lavarse las manos con agua y jabón
Actualmente, expertos de los Centros para el Control y la
Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan el lavado de manos con agua y
jabón como la manera más efectiva de prevenir la propagación del COVID-19 y
han publicado los siguientes lineamientos para hacerlo de manera efectiva:
1. Mojar abundantemente las manos y aplicar jabón.
2. Enjabonar toda el área minuciosamente, sin olvidar el
dorso de la mano, los espacios entre los dedos y debajo de las uñas.
3. Frotar las manos durante un mínimo de 20 segundos.
4. Enjuagar bien bajo el agua corriente.
5. Secar por completo con una toalla limpia o dejar secar
al aire.
El jabón es un anfifílico, un compuesto químico que posee
tanto propiedades hidrofílicas —es decir, se disuelve en agua y repele la
grasa— como lipofílicas —es decir, atrae la grasa y repele el agua—. Por
ejemplo, el jabón disuelve la membrana lipídica que rodea la partícula de
coronavirus, lo que provoca la descomposición y muerte del virus antes de que
pueda ingresar a una célula huésped y replicarse, según detalla el artículo de
News-medical.net.
Desinfectante de manos
Si no tuviera acceso a instalaciones para lavarse las manos,
los CDC recomiendan usar un desinfectante de manos que contenga como mínimo
un 60 % de alcohol. En 2019, la Administración de Alimentos y Medicamentos
de los Estados Unidos (FDA) estableció que, para que un producto pueda comercializarse
como desinfectante de manos, debe contener etanol, cloruro de benzalconio o
isopropanol como agente activo. Estos tres químicos son tipos de alcohol que
destruyen patógenos de manera similar al jabón.
¿Cuál es el enfoque más efectivo para prevenir la transmisión de virus?
Los sistemas de salud pública de todo el mundo
recomiendan el lavado minucioso de manos con agua y jabón como primera defensa
contra la transmisión de enfermedades. Las personas tienden a pasar un rato enjabonándose
y frotándose las manos, lo que le da tiempo suficiente al jabón para
descomponer el virus.
El lavado de manos con jabón también ayuda a eliminar
microbios muertos y células virales de las manos. De esa forma se reduce la
probabilidad de infección al tocarse el rostro y disminuye la posibilidad de
contaminación cruzada de superficies.
El lavado de manos reduce de manera significativa todas las
formas de patógenos infecciosos y elimina químicos potencialmente peligrosos,
como pesticidas. El desinfectante de manos mata los gérmenes, pero estos
permanecen en las manos. El desinfectante es también menos efectivo contra
ciertos virus y bacterias.
Sin embargo, el desinfectante de manos desempeña un papel
muy importante para prevenir la transmisión de virus cuando no existen instalaciones
disponibles para lavado de manos o cuando el acceso es dificultoso. Por este
motivo, los desinfectantes para manos con alcohol se usan en una gran cantidad de
establecimientos dedicados al cuidado de la salud. Son muchos los estudios que
muestran que la incorporación de desinfectantes en espacios clínicos aumenta de
manera importante el cumplimiento de protocolos de higiene entre el personal
del cuidado de la salud.