¿No puede dormir a causa de la tos? Descubra qué la provoca y cómo tratarla, y vuelva a dormir tranquilo.

Es una de las afecciones más comunes, y cada año millones de personas tienen que acudir al médico a fin de combatirla. Sin embargo, en muchos casos, el uso de uno o dos tratamientos naturales puede ser todo lo que necesite para aliviar esa molesta tos.

¿Por qué tosemos?

Aunque su sonido lleva a pensar que se trata de un padecimiento, la tos no es otra cosa que una función vital del organismo. Quizá no lo note, pero es probable que tosa una o dos veces cada hora para limpiar de desechos la garganta y las demás vías respiratorias. Es un problema sólo si una sustancia en el ambiente o una enfermedad provoca una tos seca e incontrolable. La tos puede ser improductiva: sin líquido ni esputo (flema); o productiva: con expulsión de mucosidad con gérmenes o irritantes.

La tos en realidad es un síntoma; generalmente indica que hay una infección respiratoria o una irritación en garganta, pulmones, bronquios o bronquiolos. Si un irritante penetra en el sistema respiratorio, diminutos receptores en la garganta, los pulmones, los bronquios y los bronquiolos comienzan a producir más mucosidad. Esto, a su vez, estimula las terminaciones nerviosas y activa una secuencia que culmina con una fuerte expulsión de aire y material extraño por la boca: la tos. 

¿Qué provoca la tos?

Diversos factores pueden provocarla.

Bacterias o virus, como los del resfrío común o la gripe, producen mucosidad excesiva que inicia un reflejo tusígeno (sobre todo en la noche: escurren los senos nasales y sobreviene una tos con picazón en la garganta). El asma, la bronquitis, la fiebre del heno y los contaminantes ambientales, el humo del tabaco, las sustancias químicas o los perfumes son otros de los causantes. La acidez también puede desencadenar un acceso de tos (cuando hay reflujo de jugos gástricos por el esófago, y éste quema e irrita la garganta). La tos es un efecto secundario de la ingesta de ciertos fármacos, como los que se administran para controlar la hipertensión arterial.

¿Cómo se trata la tos?

Pueden usarse remedios naturales en vez de los acostumbrados fármacos antitusígenos. Hay dos objetivos básicos al tratar la tos: el primero es inhibir el reflejo tusígeno, sobre todo si la tos causa dolor o interrumpe el sueño; el segundo es adelgazar la mucosidad, al facilitar la expectoración para que los irritantes puedan expulsarse del organismo. El poleo, tomillo o gordolobo en té aliviará la garganta y suprimirá la tos seca. No estaría de más que a este mismo té le añadiera malvavisco, pues esta hierba, al prepararla en infusión, libera mucílago, una sustancia vegetal viscosa que cubre la garganta y la laringe y calma los receptores tusígenos. Si prefiere, utilice flores de gordolobo: también contienen mucílago. Inhalar vapor de agua caliente aromatizada con unas gotas de aceite de eucalipto o de hierbabuena puede abrir los senos obstruidos, despejar las vías respiratorias y reducir al mínimo los broncoespasmos. Las pastillas para la tos o los dulces con eucalipto, hierbabuena, anís o hinojo aumentan la secreción de saliva. Esto inhibe el reflejo que lo hace toser.

¿Cómo prevenir la tos?

Tome caldo caliente, beba mucha agua, té y jugo de verduras o de frutas al tiempo, para ayudar a adelgazar la mucosidad.

Use un vaporizador o humidificador a nivel medio, a fin de humectar el aire.

No fume y evite el contacto con gases o vapores irritantes.

¿Cuándo llamar al médico?

La tos persiste día y noche, lo agota o va acompañada de respiración sibilante, entrecortada, o dolor en el pecho, pérdida de peso o cefalea intensa.

Hay fiebre de 38,3 °C, o más.

Siente dolor al respirar.

Hay mucosidad marrón, rosada, verde, amarilla o con sangre.

Dura más de una semana.

Decide tomar complementos o remedios herbales.

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