Niño en una pileta Niño en una pileta

Aunque solamos asociar el frío con la enfermedad, lo cierto es que cada estación viene con sus propias dolencias.

Días de descanso, playa, vacaciones y diversión, son todos conceptos que se asocian al verano, una estación que es -sin duda- la favorita de muchos. Sin embargo, esta época que tantos esperan es también un período en el que nuestra salud está expuesta a las llamadas “enfermedades veraniegas” que proliferan con las altas temperaturas. Pero, ¿cuáles son las patologías más frecuentes? A continuación detallamos cuáles son las más recurrentes, y también cómo prevenirlas para estar informados, tomar medidas y así disfrutar sin contratiempos.

Enfermedades veraniegas más comunes

1. Deshidratación

El calor y las altas temperaturas, además de la exposición solar, hacen que perdamos mucha agua corporal, debido principalmente al aumento de la sudoración. Para prevenir la deshidratación es fundamental restituir los líquidos perdidos con agua o bebidas isotónicas de manera continua, aunque no tengamos sed, tomando entre uno y medio y dos litros al día. Es importante intentar que no sean azucaradas, ya que eso puede ocasionar otros problemas de salud a mediano plazo.

2. Otitis

Se dan todo el año, pero en esta estación son de un tipo diferente pues afectan el oído externo (conducto auditivo). Se les conoce comúnmente como “otitis de nadador”, ya que después de nadar nos queda agua en el oído y, si está contaminada por microorganismos, puede provocar una infección. La recomendación es no sumergirnos en el agua de manera continua o utilizar tapones para los oídos. Además, después del baño conviene limpiar y secar bien la zona sin usar varitas de algodón. 

3. Infecciones urinarias (cistitis)

Estas afecciones provocadas por bacterias que afectan a la vejiga o el tracto urinario son especialmente frecuentes en las niñas. Dado que el contacto prolongado con un traje de baño mojado es el que puede dar paso a este cuadro, el consejo principal es no dejar a los niños con la ropa húmeda durante espacios prolongados de tiempo.

4 .Enfermedades respiratorias en niños

Son muy frecuentes durante los meses de verano, especialmente de origen viral. Congestión nasal, dolor de garganta, tos, fiebre y malestar general son los síntomas más habituales. La manera más fácil de prevenirlas es mantener una buena higiene personal y del hogar y lavarse las manos regularmente. Es importante resaltar que ante una infección respiratoria con síntomas leves solo hay que mantener reposo, procurar la ingesta de suficientes líquidos, además de una buena alimentación y posiblemente no sea necesario consultar al médico, lo cual cambia si el cuadro se vuelve más severo.

5. Diarreas

Afectan fundamentalmente a los niños y pueden ser de origen viral o por una intoxicación alimentaria. Por ello, es crucial lavarse las manos con agua y jabón antes de comer y después de ir al baño o sonar la nariz, conservar adecuadamente los alimentos, no consumir alimentos crudos o poco cocidos y verificar su estado (vencimiento) siempre antes de ingerirlos. 

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