Si bien el consumo de agua con gas es saludable, hay casos
en los que conviene evitarla.
Fuente: Cuidateplus.marca.com
Hay personas que no deberían abusar del consumo de agua con
gas. Según expone Colina, existen determinadas situaciones en las que la
versión sin gas sería más saludable:
1. Personas que padecen de flatulencias (sobre todo si les
cuesta expulsar los gases).
2. Personas que padecen acidez o reflujo, como
consecuencia o no de una hernia de hiato, ya que el gas puede generar una
distensión abdominal, favorecer los reflujos gástricos y agravar la patología,
afirma el portal Cuidate Plus.marca.com.
3 Personas que
padecen enfermedades pulmonares o insuficiencia respiratoria. En estos
casos, según la experta, “no conviene hinchar el abdomen” bebiendo agua con
gas, ya que podría presionar el pulmón y dificultar todavía más la respiración
ya deficiente.
4. Personas que padezcan alguna enfermedad del tracto
digestivo bajo, como problemas de flatulencias, colon irritable, celiaquía o
enfermedad de Crohn. En estos casos, el agua con gas puede incrementar las
molestias digestivas, por mayor distensión abdominal en el intestino grueso.
5. En deportistas, su consumo puede resultar molesto por
el hecho de que dificulta la deglución y los reflujos podrían aparecer, tal
como concluye este práctico artículo del sitio web Cuidate Plus.marca.com.