La clave
para tener una mente lúcida es salirse de las rutinas y probar siempre cosas
nuevas. Lea esta nota para encontrar nuevas ideas y desafíos.
Gimnasia para el cerebro
Los seres humanos somos animales de costumbres. Tomamos el
mismo desayuno cada mañana, recorremos la misma ruta para ir al trabajo,
miramos el mismo programa de televisión a la noche. Esta monotonía hace que
nuestros cerebros puedan operar en piloto automático, lo cual tiene sus
beneficios, pero entre ellos, no figuran el crecimiento de nuevas conexiones
neuronales y la protección del cerebro frente al deterioro.
Cuando se trata de la salud cerebral, el viejo cliché de “Si no lo usa, lo pierde” no podría ser más verdadero. Cuando uno aprende, hace crecer nuevas neuronas, al igual que nuevas y mayores conexiones entre ellas, lo que crea más espacio de almacenamiento para los recuerdos. Tenga en cuenta que los recuerdos de largo plazo (que incluyen hechos e información) se almacenan en vastas redes de caminos de neuronas. Cuanto más ricos sean esos caminos, más permanente —y accesible— será la información en su cerebro.
Los desafíos mentales
Desafiar a su cerebro es, tal vez, lo mejor que pueda hacer
para mantenerlo joven. En un estudio se observó el grado de estimulación
cognitiva que experimentó un grupo de adultos mayores durante un período de
cinco años. Aquellos que tuvieron más estímulos sufrieron un 35% menos de
deterioro de sus capacidades cognitivas que aquellos que tuvieron menos.
Aprender puede hacer más que solo prevenir el deterioro cognitivo; lo puede
revertir. En una revisión de casi 200 estudios sobre el envejecimiento cerebral,
en su mayoría en animales, se halló que con entrenamiento cognitivo y ambientes
que supongan un desafío para el cerebro, puede revertirse casi cualquier
manifestación física de deterioro cognitivo: puede volverse más lento el índice
de muerte celular, la materia gris puede espesarse y las placas amiloides
(asociadas con el Alzheimer) pueden reducirse. Los desafíos mentales pueden, incluso,
restaurar la capa grasosa alrededor de las fibras neurales que las protege del
daño asociado con la edad, una pérdida que se creía que era irreversible.
¿Qué es el aprendizaje?
“El aprendizaje” viene en muchos formatos. Con toda
seguridad, es importante desafiar al cerebro con libros, crucigramas y juegos
de cartas. Pero la estimulación cerebral también incluye variantes. Cada
experiencia nueva que viva, en especial cuando es diferente a su rutina
habitual, representa una experiencia de aprendizaje. Algunas de las
experiencias más efectivas son aquellas que involucran a los sentidos. Imagine
que camina por un jardín botánico, rodeado de colores, con una brisa suave
sobre su rostro y, de repente, el aroma a lavanda lo lleva de vuelta a jugar en
el parque de cuando era niño. O asiste a una degustación de vinos y observa a
su cónyuge a la luz del sol del atardecer, mientras bebe una copa de un
increíble pinot noir y recuerda la primera vez que compartieron una botella de
vino. Su cerebro está en alerta, absorbiendo y analizando la nueva información
sensorial y procesándola junto con los recuerdos almacenados, para considerar
toda esta información en un nuevo contexto. Y casi todo esto ocurre simplemente
al permanecer en el momento y detenerse en los detalles que lo rodean.