Decoración de baño Decoración de baño

Algo tan cotidiano como ir al baño y tirar la cadena puede tener consecuencias impensadas.

Según una nota publicada en el diario estadounidense Los Angeles Times, ingenieros de la Universidad de Colorado Boulder, en los Estados Unidos, descubrieron algo tan divertido (si se es un niño) como inquietante (si se es la madre de ese niño o una pediatra): tirar “la cadena” en un WC osanitario, dejando su tapa abierta, dispersa gotas y aerosoles hasta 1,5 metros de altura por sobre el aparato. Y no se trata de agua impecablemente limpia, sino de la mezcla del líquido con las sustancias que se soltaron dentro del WC. Es decir, no usemos eufemismos, de una niebla semi invisible de orina y heces. Todo se inició como parte de un trabajo para estudiar las propiedades desinfectantes de la luz ultravioleta de parte del investigador John Linden. Este último se preguntó: “¿Dónde nos exponemos a los virus y dónde nos exponemos a los patógenos? Y uno de los pensamientos que tuve fue: 'Bueno, ¿qué está pasando en los baños?'". Según el medio, “Linden se estaba imaginando específicamente los WC comerciales sin tapa y sin tanque que se encuentran en los baños públicos. La mayoría de los baños públicos en América del Norte están equipados con lo que se conoce como una válvula estilo fluxómetro, que depende de la presión en lugar de la gravedad para forzar el agua a través de la taza”, ya que “estudios previos han confirmado que las superficies alrededor de los baños públicos son a menudo focos de bacterias fecales. La luz ultravioleta podría ser un desinfectante efectivo, pensó Linden, pero primero, necesitaba una mejor comprensión de cómo los patógenos microscópicos se mueven por el espacio”. Por ello se juntó con John Criminaldi, experto en mecánica de fluidos, que “usa láseres para visualizar movimientos fluidos que de otro modo serían imperceptibles para el ojo humano”. 

¿Qué reveló el estudio sobre baños?

“Un volcán en erupción”, afirma Criminaldi. “Luego, el equipo entrenó un láser pulsado y un par de cámaras científicas en el rocío para medir la velocidad de sus partículas de agua individuales (…) Los aerosoles en la columna ‘sorprendentemente enérgica y caótica´ alcanzaron una velocidad máxima de dos metros por segundo, informaron los autores del estudio. Sin embargo, una vez en el aire, les tomó un tiempo volver a asentarse. Casi ocho segundos después de la descarga, las partículas aún flotaban a más de 1,5 metros por encima del borde de la taza, mucho más allá del nivel de la nariz para la mayoría de las personas. Muchos permanecieron en el aire durante más de un minuto”. Conclusión uno. “Después de ver estos videos, ciertamente estoy mucho más inclinado a usar una máscara en un baño público de lo que podría haber estado antes”, dice Criminaldi al diario Los Angeles Times. Conclusión dos. Baje la tapa del WC de su casa luego de usarlo y pídale a las visitas que también lo hagan. 

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