Vagabundeo mental Vagabundeo mental

Si no conocía este término y sus implicancias, no se pierda esta nota en la que se lo explicamos a fondo.

Se ha demostrado que el vagabundeo mental, a veces descrito como "soñar despierto", facilita el pensamiento creativo y la resolución de problemas. Incontables son las anécdotas de artistas, científicos o personas comunes, aproblemadas, que encuentran una solución salida de “la nada”. También sabemos que, en el contexto equivocado, tal falta de foco puede volverse una distracción o una opción peligrosa. Los estudiantes desatentos pueden retrasarse en clase, pero los conductores que no prestan atención a la carretera arriesgan accidentes. Y para algunas profesiones, como los cirujanos o los controladores de tránsito aéreo, el ensueño en el trabajo puede conducir directamente al desastre.

Lo nuevo sobre el vagabundeo mental

Hasta ahora, la mayoría de las investigaciones que analizaban la deambulación mental habían asumido que todo vagabundeo era inherentemente involuntario, pero los hallazgos de un nuevo estudio sugieren lo contrario: las personas informan con frecuencia que la entrada en este estado es a propósito, y que las causas de este tipo de errancia mental “intencional” pueden diferir de las causas de la ensoñación involuntaria “clásica”. “En los últimos años, ha habido un aumento enorme en el número de estudios que examinan la mente distraída”, explica el investigador Paul Seli, becario postdoctoral en el departamento de psicología de la Universidad de Harvard y autor principal del estudio. “La suposición general ha sido que las experiencias de las personas que deambulan en su mente reflejan exclusivamente su atención, alejándose involuntariamente de una tarea. Sin embargo, según nuestras experiencias cotidianas, parece que las personas frecuentemente deambulan intencionalmente”. Para obtener más información sobre las causas subyacentes del vagabundeo intencional y no intencional, Seli y sus colegas de la Universidad de Waterloo, Evan F. Risko y Daniel Smilek, midieron las tasas de estos dos tipos de vagabundeo mental en 113 estudiantes universitarios mientras completaban tareas de atención sostenida que variaban en dificultad. “Sospechamos que cuando las personas completan una tarea fácil, pueden inclinarse a desconectarse deliberadamente de la tarea y comenzar a divagar”, dice Seli. Y agrega que “esto podría ser el caso porque las tareas fáciles tienden a ser bastante aburridas, o porque las personas se dan cuenta de que pueden alejarse y ensoñar sin sacrificar el rendimiento”. Por el contrario, cuando se busca “completar una tarea difícil, la gente realmente necesita concentrarse en la tarea para desempeñarse bien, por lo que si vagabundean con su mente, es más probable que éste proceso ocurra involuntariamente”. 

El experimento del vagabundeo mental

Para estudiar ambas opciones, se realizó el siguiente experimento: los participantes recibieron instrucciones de presionar una barra espaciadora en el teclado de una computadora cada vez que veían aparecer números objetivos específicos en la pantalla (es decir, los dígitos 1-2 y 4-9). La mitad de los estudiantes completaron una versión fácil de esta tarea, donde los números siempre aparecían en orden secuencial; los otros participantes completaron una versión desafiante de la tarea donde los números siempre aparecían en un orden aleatorio. A lo largo del experimento, se les solicitó a los participantes que marcaran su estado mental actual como: a) estar en una tarea, b) divagando intencionalmente o c) divagando involuntariamente (por ejemplo, pensando en qué comer para la cena o planes futuros con amigos). La tasa general de vagabundeo mental fue la misma para ambos grupos, pero críticamente, hubo diferencias significativas en las tasas de vagabundeo intencional y no intencional, dependiendo de lo difícil que fuera la tarea. Cuando los participantes completaron la tarea fácil, que fue diseñada para ser increíblemente aburrida, informaron más divagaciones intencionales. En contraste, los participantes que completaron la tarea desafiante informaron más divagaciones involuntarias de la mente.

“Estos resultados desafían la opinión común de que todo ensueño distractivo no es intencional”, dice Seli. “Es importante destacar que este resultado indica que la deambulación intencional y no intencional son experiencias cognitivas únicas, que a veces se comportan de manera diferente. A su vez, esto sugiere que los investigadores deberían distinguir entre estos dos subtipos únicos de deambulación mental en el trabajo futuro”. Seli y sus colegas están interesados en continuar su investigación sobre las posibles diferencias en las causas subyacentes del vagabundeo intencional y no intencional. Una mejor comprensión de por qué la atención de las personas serpentea tendría varias aplicaciones prácticas, incluida la búsqueda de formas para mantener a los estudiantes enfocados durante la clase. “Estamos interesados en examinar las causas y consecuencias del vagabundeo involuntario e intencional en entornos educativos”, escriben. “En última instancia, nos gustaría desarrollar métodos con los cuales los estudiantes puedan reducir la ocurrencia de estos dos tipos únicos de divagación mental para que puedan aprender más efectivamente el material del curso”. 

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