Mindfulness Mindfulness

No se pierda los múltiples beneficios de esta disciplina, que viene ganando adeptos.


POR SANTIAGO Nader, director ejecutivo de Sociedad Mindfulness y Salud

Para muchos de nosotros, la búsqueda de la felicidad no se hace presente cuando las cosas van bien y todo sigue cierta normalidad, sino que muchas veces aparece en su plena dimensión cuando atravesamos dificultades, períodos de incertidumbre y de crisis. Aunque, en ocasiones, esa búsqueda apunta hacia algo concreto que pueda traer alivio y nos lleve a cubrir necesidades materiales —casi siempre a través de una imposición personal y cultural de consumir y acumular—, en líneas generales, todas las tradiciones religiosas y espirituales apuntan a que la felicidad no yace allí afuera, en las cosas y las posesiones, sino en el descubrimiento del mundo interior. Para descubrir aquello de lo que estamos formados, muchas tradiciones apelan a la introspección, y una de esas es la de conciencia plena o mindfulness.

Qué es el mindfulness

Con su origen en el budismo, la conciencia plena o mindfulness es un movimiento que promueve prácticas de meditación que ofrecen la posibilidad de conectar más profundamente con el momento presente, estar menos centrados en el futuro o en el pasado y, en consecuencia, poder reconocer aquello que en este momento forma el tejido cercano de la propia vida. En la conciencia plena, no es necesario tener una creencia determinada; simplemente se apunta a desarrollar la capacidad de reconocer aquello que “este momento presente” entrega. Poniendo el foco en una actitud de aceptación, la idea es recibir todo lo que forma parte de este momento tal y como está de manera consciente. Este acto sencillo y a la vez tan profundo es el precursor del conocimiento intuitivo, que permite a quienes lo practican descubrir nuevas formas y perspectivas para lidiar con lo que nos sucede todos los días. En los últimos 40 años, la conciencia plena ha sido objeto de investigación científica, y los resultados han sido promisorios en la aplicación de esta técnica como complemento al tratamiento del estrés, las enfermedades cardiovasculares y autoinmunes, la ansiedad y la depresión, entre otros. 

Cómo comenzar a practicar mindfulness

Por suerte, practicar conciencia plena no es complicado ni requiere convertirse a ninguna religión; solo se necesita compromiso y cierta disciplina diaria con el fin de entrenar la propia mente para que se mantenga más tiempo en el presente y no en el futuro ni en el pasado. Lo primero que hay que entrenar es la capacidad de controlar la atención. Esta es la base fundamental para poder observar la propia experiencia con un grado de estabilidad que permita reconocer detalladamente lo que está sucediendo y el espacio interno necesario para recibir la experiencia con aceptación, sin juicio. Si estoy sosteniendo una cámara y se mueve constantemente al enfocar una imagen, entonces esta será borrosa y saldrá movida. En cambio, si la cámara puede mantenerse estable y los movimientos son pausados y controlados, la imagen será mucho más nítida y detallada. De la misma forma, si entrenamos nuestra atención para que evite estar saltando de un pensamiento a otro sin control, estaremos generando las mejores condiciones para hallar calma y sosiego suficientes con el fin de observar nuestra propia experiencia sin sobresaltos.  

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