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Todo lo que su terapeuta piensa y nunca le confesará.

1. Me gustan las parejas que pelean en la sala de espera. Por lo menos todavía se importan. Si uno o los dos parecen indiferentes, mi trabajo es mucho más difícil.

2. Cuando uno de los dos dice: “Ya no siento nada”, sabré que es probable que esté engañando a su pareja.

3. A veces le digo a una pareja: “Nada de sexo hasta la siguiente sesión. No se toquen, y punto”. Lo que realmente espero es que me desobedezcan y se sientan unidos en su rebeldía mutua.

4. Tal vez se sienten mejor cuando hablan de sus problemas matrimoniales con un buen amigo o amiga, pero esto solo empeora las cosas. Nunca hablen con alguien ajeno de cosas de su matrimonio que no hayan discutido ya con su cónyuge.

5. No voy a decirle a una pareja que no me explico por qué están juntos. Pero hagan caso de la insinuación si digo algo como: “Tienen que tomar la decisión de si quieren que esto dure”.

6. ¿Qué me gustaría poder decir? “¡Crezcan!” “¡Dejen de lloriquear!” “¡Hagan algo con su vida!” Cuando me siento así, sé que necesito vacaciones.

7. No traten de convencerme de que son el bueno o la buena. En la mayor parte de los matrimonios no hay un bueno. 

8. Sí, deben irse a la cama enojados. Si tratan de resolver todo antes de acostarse, al día siguiente los dos estarán desvelados e irritables. Mejor duerman bien y conversen cuando estén descansados.

9. Tres señales de que una pareja no va a salir adelante: insultos, recriminaciones y cuando uno o los dos no acepta la más mínima responsabilidad en la situación.

10. A veces dos personas se aman, pero tienen estilos de vida tan diferentes que les recomiendo que vivan en un dúplex. Parece extraño, pero a algunas personas esto les funciona.

11. He visto sobrevivir a parejas que yo creía que tenían pocas posibilidades de permanecer juntos. Con frecuencia es porque ambos están dispuestos a intentarlo. Pero a veces es que son demasiado disfuncionales para dejarse.

12. Lo más importante que la mayoría de las mujeres no entiende: Los hombres no son adivinos. Si no le dice cómo se siente, él no lo sabrá. Lo más importante que la mayoría de los hombres no entiende: Si apenas le hace caso a su esposa durante todo el día, no va a querer tener intimidad con usted por la noche.

13. Si les pregunto durante cuánto tiempo han tenido problemas y me contestan: “Diez años”, no van a cambiar las cosas en diez minutos ni en diez sesiones.

Fuentes: Jeff Palitz, terapeuta de pareja y familiar en chula Vista, california; susan Fletcher, psicóloga de dallas; tina B. res- sina, psicoterapeuta de long Beach, california; nancy Mramor, de Pittsburgh; Karen sherman, de nueva york; lawrence J. levy, psicólogo certificado de Boca ratón, Florida; Meghan l. reitz, de schaumburg, illinois, y un terapeuta de pareja de Pensilvania.

 

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