Sombra de monstruo Sombra de monstruo

En edades tempranas, es común que los niños tengas miedos. Acompáñelos para que los resuelva de manera saludable.

FUENTE: worldvision.cr

Monstruos escondidos. Pesadillas y terrores nocturnos. Tormentas estruendosas. Animales amenazantes. Los adultos sabemos que los miedos son una parte natural de la niñez. No obstante, los chicos no perciben el mundo de la misma forma que lo hacemos nosotros, los adultos.

Teniendo este escenario en mente, encontramos los siguientes consejos en el portal Worldvision. cr para ayudar a los niños a superar sus miedos y vivir más tranquilos y felices.

¿Qué es el miedo?

Una sensación de angustia provocada por algo desconocido. Todos lo hemos sentido, aunque a veces se nos olvide cómo se sentían los temores cuando éramos pequeños. Si bien existen ciertos miedos esperables durante la niñez, la pandemia ha hecho que estas emociones se exacerben. Durante los últimos tiempos, más niños han manifestado temor a ir al colegio o a que se enferme un integrante de la familia. Tome nota de las siguientes recomendaciones que enumeran los expertos de Worldvision. cr en este artículo, para enfrentar estos y otros temores comunes en la infancia. 

¿Cómo ayudar a nuestros hijos a superar sus miedos?

Algunos expertos, como los del Child Mind Institute, aseguran que la meta es lograr la autorregulación de las emociones. ¿Qué es esto? Simple: es la habilidad para moderar los sentimientos y comportamientos de una manera saludable. Como adultos, lo hacemos sin pensarlo, pero en el caso de los niños que recién están aprendiendo a entender qué les pasa, es importante guiarlos y enseñarles a autorregularse.

En el caso del miedo y la ansiedad, podemos seguir los siguientes pasos:

PRIMERO: entender dónde nace el miedo

Si bien estos son tiempos difíciles, los miedos infantiles generalmente responden a cosas más o menos estandarizadas: la soledad, la oscuridad, animales grandes o monstruos imaginarios. Cuando los niños manifiestan miedo, el primer paso es preguntarles por qué se sienten así. Si son muy pequeños y no saben expresar lo que sienten, una idea es ayudarlos con preguntas más específicas, hasta llegar al origen del temor.

SEGUNDO: aceptar sus sentimientos y seguir adelante

A veces, con la intención de hacerlos olvidar el sentimiento que pone a los niños tristes o temerosos, le restamos importancia. “No te preocupes por eso, da lo mismo” o “Eso no da miedo”, son reacciones normales que podríamos tener, porque muchas veces sus preocupaciones no son las nuestras, y nos cuesta ponernos en su lugar (¡qué rápido olvidamos ese fantasma en el placar que, en realidad, era una pila de ropa!). Pero dar seguridad es un paso vital para enseñar a los niños a autorregularse. “Parece que te asustaste” o “Cuando yo era niña a mí también me asustaba”, es un acercamiento más saludable en este caso, tal como afirma el artículo publicado de Worldvision.cr.

TERCERO: hacer un plan para la próxima vez

El principio que aplican los expertos es: consolar, validar y seguir adelante. Crear un plan con el que poco a poco los niños vayan empoderándose de su sentimiento, entendiéndolo y superándolo. Por ejemplo, si es que temen que alguien de su familia se enferme, mostrarles cómo se cuidan, qué medidas están siguiendo y darles seguridad de que están haciendo todo lo posible para prevenir y estar sanos y juntos. Luego, animar, tener paciencia y respetar sus tiempos, sin darles demasiado espacio para crear una fijación con el objeto de su temor.

 

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