Si bien comprar comida al paso
nos saca del apuro, si no se toman los recaudos necesarios, nuestra salud puede
correr riesgos.
Se han descrito más de 250
patógenos causantes de ETA, entre los que se encuentran toxinas, hongos,
virus y bacterias. Estas últimas incluyen especies de los géneros
Campylobacter, Escherichia coli y Salmonella. La infección por Campylobacter
se contrae al consumir aves crudas o que no están bien cocidas. En el caso
de la Escherichia coli, ocurre lo mismo pero con carnes de vacuno, cerdo y
cordero. La Salmonella, en tanto, se puede multiplicar en condiciones de
calor y en los alimentos mal refrigerados, además de asociarse a la ingesta
de huevos crudos.
Los riesgos de la comida al paso
Pero, ¿por qué es tan peligroso
dejarse tentar por esos sabores callejeros? Lo primero: la escasa
refrigeración de los productos. Muchas veces están expuestos al sol, lo
que altera o corta la cadena de frío. Esto favorece el desarrollo de
microorganismos. ¿El resultado? Altas probabilidades de una intoxicación alimentaria, con síntomas como malestar estomacal, náuseas, vómitos, diarrea,
dolor de cabeza, fiebre y escalofríos. Otra falencia es el lavado de
manos deficiente, ya que en estos puestos no solo no se cuenta con
lavamanos o lavaplatos, sino que, además, se manipula dinero al mismo tiempo
que se entrega lo que se vende. Un tercer punto es el uso del mismo aceite
para freír en varias ocasiones, cuando debiese usarse solo una vez, lo que
es altamente perjudicial.
Alimentos que conviene evitar
Por eso, si se trata de evitar
algunas opciones más que otras, es mejor alejarse definitivamente de todo lo
crudo, como el ceviche y el sushi, que necesitan estar refrigerados y, al no
estar cocidos, implican un mayor riesgo de intoxicaciones. Lo mismo corre
para platos fritos como el pollo, por el uso reiterado del aceite. Si, aun tomando en cuenta lo anterior, nos gana el hambre y decidimos ser
clientes de algún local improvisado al aire libre, es recomendable lavarse las
manos como primera medida de prevención, además de revisar que los alimentos,
especialmente los crudos, no estén expuestos al sol sino refrigerados, lo cual
aplica también para consumir sándwiches con mayonesas o cremas.
Cómo actuar ante una intoxicación alimentaria
En caso de contraer alguna
enfermedad, solo queda estar atentos a los síntomas antes mencionados y
tratarlos: tomar bebidas de
rehidratación oral o paracetamol en polvo que se mezcle con agua y, por
supuesto, si estos se agravan, acudir a un centro asistencial, son las
principales indicaciones. Aparte de las precauciones ya comentadas, sin duda, es
fundamental mejorar los hábitos alimentarios, para no caer en comidas a
deshoras, en o fuera del hogar, o que no estén debidamente preparadas.
Organizar nuestras pautas de alimentación, traer siempre con nosotros
colaciones como frutas, frutos secos, algún sándwich con mantequilla de maní o
mermelada, por ejemplo, para evitar la mayonesa, son buenas ideas. Comer demanera saludable y equilibrada es central para nuestro bienestar y es
responsabilidad de cada uno instaurar o sostener ese lineamiento como un
estilo de vida.