Tentadores y prácticos, los
puestos de comida callejeros llegaron para quedarse. Pero ¿què riesgos
encierran detrás de su fachada?
Cada vez se vuelve más común
encontrarnos en plena vía pública con puestos de “comida callejera” que
invitan a consumir todo tipo de alimentos. Completos, sopaipillas,
anticuchos e, incluso, otras opciones a base de pescado que no requieren
cocción ya son parte de un menú que posee aceptación masiva. De hecho, según un
último estudio global que incluyó a Chile, casi el 54 % de los encuestados
indicó haber comido este tipo de preparaciones, ya sea por falta de tiempo, por
su buen sabor, por la disponibilidad y por factores económicos.
Tendencia riesgosa para la salud
Lo cierto es que detrás de esta
tendencia se esconden importantes riesgos para nuestra salud, los que vale la
pena considerar y, más aún, prevenir. Por lo general, este tipo de comidas se
elabora en condiciones insalubres y con malas prácticas de manipulación,
lo cual aumenta la probabilidad de contraer enfermedades de transmisión
alimentaria (ETA). Se trata de síndromes que se originan por la ingesta de
agua o alimentos contaminados, que actúan como transporte de microorganismos
patógenos, provocando así enfermedades. De acuerdo con informaciones oficiales
del Ministerio de Salud, basadas en datos de la Organización Mundial de la
Salud (OMS), cada año se registran 600 millones de casos y 420.000 muertes
asociadas a las ETA. La entidad indica que estos, en su forma más común, son
un cuadro gastrointestinal, pero pueden llegar bajo formas menos obvias:
afecciones cutáneas, neurológicas o inmunológicas e, incluso, a
manifestaciones sistémicas, cáncer y muerte.
Qué provoca las enfermedades de transmisión por alimentos
Son causadas por la contaminación de los alimentos, que se produce en cualquier etapa de la cadena de producción,
suministro y consumo de estos. Pueden deberse a varias formas de
contaminación ambiental, como la polución del agua, el suelo o el aire, así
como al almacenamiento y transformación de alimentos insalubres.