Dolor de espalda Dolor de espalda

Esta disciplina es de gran ayuda a la hora de aliviar los dolores de espalda.

Fuente: Salud a Diario

La quiropraxia es una profesión sanitaria con más de 100 años de antigüedad, reconocida por la OMS, y que centra su actuar en diagnosticar, prevenir y tratar afecciones de columna (principalmente, aunque también de extremidades) y su interferencia con el funcionamiento del sistema nervioso. Se centra en detectar la presencia de restricciones de movilidad en las articulaciones para, a través de una técnica de alta velocidad (llamada ajuste), liberar la presión de dicha articulación y de esta forma contribuir al alivio de síntomas y mejorar la funcionalidad del paciente. Antiguamente se hablaba de corregir una subluxación vertebral (hay profesionales que aún lo señalan), pero la evidencia moderna ha demostrado que lo más adecuado es hablar de un exceso de presión articular que genera una serie de reacciones músculo-esqueléticas asociadas como contracturas musculares, desbalances y presencia de dolor, las que en conjunto afectan la funcionalidad y actividades de la vida diaria del paciente. En algunos casos, el abordaje puede resultar de gran utilidad sobre todo por el rápido alivio del dolor. Ahora, el enfoque del profesional debe ser siempre determinar las causas que están llevando a la disfunción y dolor del paciente, ya que muchas veces estas intervenciones generar alivio transitorio de síntomas, pero no resolver el problema principal. 

El estatus de la quiropraxia

Esta disciplina es considerada una medicina complementaria y por ende no suele ser considerada como recomendación de primera línea en forma tradicional, pero cada vez más ha ido tomando fuerza por sus positivos efectos. El abordaje quiropráctico suele ser seguro si es realizado por un profesional adecuadamente formado y con un buen criterio diagnóstico, pero también puede significar un riesgo si es aplicada por la persona incorrecta. Desgraciadamente, en nuestro país no es una profesión que esté legalmente regulada (es algo en lo que actualmente está trabajando el colegio de quiroprácticos profesionales de Chile) por lo que cualquier persona puede hacerse llamar quiropráctico, sin necesariamente contar con un título profesional exponiendo al paciente a complejas lesiones que han sido documentadas en Chile y el mundo, como fracturas, lesiones de tejidos nobles como arterias y/o nervios o empeorando el cuadro de consulta del paciente. Afortunadamente, hoy se puede estudiar la carrera profesional de Quiropraxia en la Universidad Central (UCEN), como programa de pregrado especial de segunda titulación. Es decir, que solo lo pueden realizar médicos, odontólogos y kinesiólogos (la mayoría de los quiroprácticos universitarios en Chile son también kinesiólogos), lo que entrega el respaldo de la profesión anterior, y la carrera es reconocida por la FLAQ (Federación Latino Americana de Quiropráctica), la WHO (World Health Organization) y la WFC (World Federation of Chiropractic). Ahora, al ser la única oferta de formación profesional, se debe tener en claro que el título no basta. La recomendación es que, si va a buscar un tratamiento quiropráctico, lo primero es que exija el título universitario y tener referencias del profesional de otros pacientes estando siempre alerta a la calidad de la atención ofrecida. Hay muchos profesionales, no solo quiroprácticos, sino también kinesiólogos, médicos, etc., que atienden de forma rápida y sin la correcta anamnesis (historia del paciente y de la evolución de su patología, lesión o afección), lo que es determinante para poner en riesgo no solo el éxito del tratamiento sino también la integridad del paciente. Hoy está lleno en redes sociales de colegas que se muestran haciendo “sonar” las articulaciones de los pacientes a modo de marketing mientras lo esencial de esta profesión, y el verdadero enfoque que se le debe dar es ser un aporte desde la mirada objetiva y multidisciplinaria, es decir, trabajando en equipo con médicos, kinesiólogos, nutricionistas, etc. Una vez sorteados estos filtros, la quiropráctica puede ser de gran utilidad en el tratamiento del dolor de espalda, por lo que puede ser considerada como una alternativa muy efectiva y resolutiva.  

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