Cáncer de mama Cáncer de mama

Nuevas investigaciones revelan que la electricidad puede detener el avance del cancer de mama.

Fuente: Salud a Diario

La electricidad puede disminuir, y en algunos casos detener, la velocidad a la que las células del cáncer de mama se diseminan por el cuerpo, según indica un nuevo estudio. Además, los campos electromagnéticos podrían obstaculizar la cantidad de células de cáncer de mama que se diseminan. Los hallazgos, publicados recientemente en la revista Bioelectricity, sugieren que los campos electromagnéticos podrían ser una herramienta útil para combatir cánceres que son altamente metastásicos, lo que significa que es probable que se propaguen a otras partes del cuerpo, dijeron los autores. 

Campos electromagnéticos contra el cancer de mama

“Creemos que podemos obstaculizar la metástasis aplicando estos campos, pero también creemos que puede ser posible incluso destruir tumores con este enfoque”, dice Vish Subramaniam, autor principal del artículo y ex profesor de Ingeniería Mecánica y Aeroespacial en The Ohio State University. “Esto (último) no está claro en esta etapa, pero estamos trabajando para comprender eso: ¿Qué tan grande debe ser el campo electromagnético, qué tan cerca debe estar del tumor?

Esas son las próximas preguntas que esperamos responder”, agrega. El estudio es uno de los primeros en demostrar que los campos electromagnéticos podrían ralentizar o detener ciertos procesos del metabolismo de una célula cancerosa, lo que afecta su capacidad de propagación. Los campos electromagnéticos no tuvieron un efecto similar en las células mamarias normales. Travis Jones, autor principal del artículo e investigador, comparó los efectos (electromagnéticos) con lo que podría suceder si algo interfiriera con un grupo que corre por un camino: “Hace que algunos de ellos se detengan un rato antes de empezar a moverse, lentamente, de nuevo”, dijo. Y, a la vez, “como grupo, parecen haberse dividido. Entonces, la rapidez con que se mueve todo el grupo y por cuánto tiempo se está moviendo se ven afectados”. Los campos electromagnéticos, además, se aplican a las células cancerosas sin tocarlas, cuenta Jonathan Song, también coautor del artículo, profesor asociado de Ingeniería Mecánica y Aeroespacial en el estado de Ohio y codirector del Centro de Ingeniería del Cáncer del estado de Ohio. Song comparó las células cancerosas con los automóviles: el metabolismo de cada célula actúa como combustible para mover las células por el cuerpo, de forma similar a como la gasolina mueve los vehículos. “Quite el combustible y el coche no podrá moverse más”, dice Song. Los campos electromagnéticos parecen funcionar haciendo más lento el metabolismo de las células cancerosas de forma selectiva, al cambiar los campos eléctricos dentro de una célula individual. “Ahora que sabemos esto, también podemos comenzar a responder otras preguntas”, concluye Subramaniam: “¿Cómo afectamos el metabolismo hasta el punto de que no solo logramos que no se mueva, sino que lo estrangulamos, lo matamos de hambre por completo? ¿O podemos ralentizarlo hasta el punto en que siempre permanecerá débil?” El estudio, realizado en muestras in vitro, deberá ser testeado ahora clínicamente.

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