Cortadura Cortadura

Es importante tratar las lesiones de la superficie de la piel de forma adecuada para evitar complicaciones.

Las cortadas y los raspones son lesiones que rompen la capa protectora externa de la piel. Una cortada ocurre si se pincha o se rebana la piel; y un raspón, cuando la piel está visiblemente excoriada o golpeada.

Cómo se provocan los cortes y raspones

Una cortada se debe al contacto con un utensilio filoso, como un cuchillo, una hoja de afeitar, la orilla de una hoja de papel, o un objeto de metal o de vidrio astillado. Si en la piel penetra un instrumento con una punta filosa, como un alfiler, un clavo o la punta de un lápiz, deja una herida abierta. El raspón ocurre cuando la piel literalmente es desgastada por una superficie áspera, como canto rodado o pavimento de concreto. 

Cómo ayudan los complementos naturales con las heridas

Muchos complementos tópicos pueden mitigar o aliviar el dolor, favorecer la curación, prevenir la infección y reducir el riesgo de cicatrices queloides. Deben usarse solo para cortadas y raspones leves. Las heridas profundas que no cierran o las lesiones que se infectan requieren atención médica. Luego de parar el sangrado y desinfectar bien la herida, aplique aceite de lavanda en una cortada o raspón reciente; eso elimina los gérmenes y ayuda a sanar. El aceite de melaleuca también detiene la infección y reduce la cicatrización al mínimo. Puede usar tintura de equinácea, caléndula o mirra (diluida primero en poca agua). Otra opción es el ungüento de consuelda: favorece una pronta curación.

Al terminar de aplicar estos primeros auxilios, vende la herida. Cambie la venda tres o cuatro veces al día, y cada vez unte en la herida gel de aloe vera o crema de caléndula, calmantes que alivian o reducen la inflamación, detienen la infección y estimulan una pronta curación. Tome los complementos orales restantes durante cinco días luego de la lesión. La vitamina A y la vitamina C inhiben la inflamación y activan la curación. La bromelina, una enzima derivada del ananá, tiene efectos benéficos similares; los tés de equinácea e hidrastis aumentan la inmunidad y disminuyen el riesgo de infección.

Qué más puede hacer con las heridas

Detenga el sangrado presionando la herida con fuerza durante unos minutos, con un pañuelo o paño limpio. Si se trata de una herida abierta, déjela sangrar primero varios minutos a fin de ayudar a eliminar gérmenes incrustados.

Limpie perfectamente la piel alrededor de la cortada o el raspón. Vende la herida, sobre todo si por su ubicación es posible que se ensucie, como un dedo o la rodilla. Los antibióticos no son necesarios, a menos que haya señales de infección. •

Consejos para curar heridas

Para limpiar y desinfectar una herida, añada unas gotas de aceite de melaleuca en un recipiente con agua. Moje un paño y úselo para limpiar la lesión, o mantenga la herida bajo el chorro del agua varios minutos. No use peróxido de hidrógeno, ya que puede dañar la epidermis y retardar la curación.

• Una planta de aloe vera o sábila crece muy fácilmente en una ventana y hace una loción invaluable de primeros auxilios para lesiones cutáneas leves. Desprenda una hoja gruesa, córtela a lo largo y ráspela o prénsela para extraerle el transparente gel.

Cuándo debe consultar al médico

• Se hizo un corte o un raspón sucio que no puede limpiarse en casa.

• Un corte no cierra.

Brota sangre a chorros o el sangrado no se detiene.

• Hay signos de infección (pus en un corte o raspón, rayas rojizas que irradian de la lesión, fiebre o una secreción extraña).

• Tiene un corte o raspón sucio o una herida abierta, y no se vacunó contra el tétanos en 10 años, o no se acuerda. 

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