Amigdalitis Amigdalitis

Quizá no se refiera a ella por su nombre preciso, pero seguramente padeció esta enfermedad más de una vez.

Se trata de una enfermedad infecciosa que se adquiere por contagio, a través del aire (al toser o estornudar un enfermo) o por contacto directo, mediante la ingesta de alimentos o el uso de objetos contaminados, y es producida por virus o por bacterias

(frecuentemente por estreptococos).

Causa inflamación en las amígdalas, en las adenoides o en ambas, y también puede afectar la faringe. Hay una falsa creencia de que no abrigarse lo suficiente, beber líquidos fríos, comer helado o exponerse a corrientes de aire son los causantes de este padecimiento, pero si no estás acostumbrado a ellos, sí pueden ser factores predisponentes. Por lo general, el tratamiento en casa basta para aliviar un dolor de garganta provocado por un virus, pero si se trata de una bacteria, seguramente

será necesaria la intervención del médico a fin de que haga el diagnóstico correcto

y prescriba los antibióticos adecuados, en caso de ser necesarios.

 

Qué es la amigdalitis

La amigdalitis consiste en una inflamación del tejido linfático de la garganta, el cual está formado por las amígdalas (palatinas) y las adenoides (amígdalas faríngeas). Las primeras se sitúan a cada lado de la faringe y las segundas, un poco más arriba, en

la nasofaringe. Ambas ayudan a producir anticuerpos para combatir gérmenes que penetran por la nariz y por la boca. La amigdalitis es una de las enfermedades que más les da los niños, así como una de las principales causas de ausentismo tanto

escolar como laboral.  

Síntomas de la amigdalitis

 Si es viral (anginas rojas), éstos empiezan gradualmente; por el contrario, si es bacteriana (anginas con puntos blancos), el inicio puede ser súbito, con escalofríos y fiebre de 40.5 °C a 41 °C. produce malestar, cansancio, dolor de cabeza y del cuerpo en general. Dolor acentuado en la garganta, sobre todo al tragar y a veces al hablar.

 

Qué vitaminas y complementos ayudan a prevenir la amigdalitis

 

La vitamina C refuerza el sistema inmunológico y actúa como antiviral. Sin embargo, debido a que es hidrosoluble (es decir, no se acumula en el organismo), es necesario reponer la que se pierde; esto se consigue consumiendo alimentos que la contengan, en especial cítricos. Por otra parte, los flavonoides o bioflavonoides —pigmentos vegetales responsables de la coloración de las plantas y de algunas flores— también poseen propiedades antivirales.

Considere asimismo tomar complementos de equinácea, una hierba que estimula el sistema inmunológico y que puede ayudar a prevenir los resfriados comunes y la gripe, o al menos a disminuir los síntomas que causan, si se toman durante un tiempo prolongado.

La uña de gato, una planta trepadora proveniente de la selva amazónica, es un complemento nutricional de gran valor para prevenir enfermedades. Combinar una infusión de gordolobo (hierba que se utiliza para combatir problemas respiratorios) con té de bugambilia (un poderoso antitusígeno) y té de tejocote (que posee cualidades similares) tiene potentes efectos tanto paliativos como curativos.

El eucalipto, que contiene flavonoides tales como la eucaliptina, es un alivio comprobado para las afecciones respiratorias.

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