Sal Sal

Aunque sea sabido el daño que provoca el consumo excesivo de sal, no siempre sabemos en qué alimentos está presente este ingrediente.

Fuente: Salud a Diario

Por lo general, la gente sabe que el exceso de sal en su dieta es malo. Sin embargo, no demasiados saben exactamente por qué. “Están sorprendidos del grado en que puede afectarlos”, dice la Dra. Cheryl Laffer, profesora de Medicina en la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee, Estados Unidos. “Y por la cantidad de sal que hay en la dieta estadounidense”. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., aproximadamente el 90 % de los estadounidenses mayores de dos años consumen demasiado sodio. La mayor parte está en forma de sal, también conocida como cloruro de sodio.

Los daños que provoca la sal

Aquí hay seis cosas que la sal le hace al cuerpo, y lo que usted puede hacer para protegerse.

El corazón

Con el sistema circulatorio, los efectos de la sal son “un problema de gasfitería muy simple”, asegura el Dr. Fernando Elijovich, profesor de medicina en la Universidad de Vanderbilt. El corazón es la bomba y los vasos sanguíneos son las tuberías, explica. La presión arterial aumenta si aumenta la cantidad de sangre que debe circular por las tuberías. La presión arterial también aumenta si se encogen o angostan esas tuberías. La sal hace ambas cosas. Cuando hay un exceso de sal en el sistema, el corazón bombea más sangre, lo que aumenta la presión arterial. Con el tiempo, la sal estrecha los vasos mismos, la característica de “gasfitería” más común de la presión arterial alta.

El daño llega al instante

A los 30 minutos de ingerir sal en exceso, la capacidad de dilatación de los vasos sanguíneos se ve afectada, detalla Elijovich. Pero, el daño de la presión arterial alta persistente se manifiesta en el futuro, en forma de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y otros problemas. La buena noticia, indica Laffer, es que los beneficios de reducir el exceso de sal también se manifiestan rápidamente. Si reduce significativamente la cantidad de sal que consume, su presión arterial baja en horas o en días. Y mantenerla baja puede marcar una diferencia significativa a largo plazo. “En el Reino Unido, en realidad hicieron un esfuerzo a nivel nacional para reducir la sal en los alimentos comerciales”, cuenta. “En (apenas) un par de años, habían reducido la cantidad de ataques cardíacos y otros resultados negativos. Y eso fue bastante sorprendente”. 

La sal, un problema de todo el cuerpo

Más allá del corazón, el exceso de sal puede forzar demasiado a los riñones. Parte de su función es excretar sal, explica Laffer. “Pero los riñones, en la hipertensión, pueden no excretar la sal de manera adecuada. Pueden retenerla”. Eso puede provocar problemas que van desde la hinchazón de los tobillos hasta la acumulación de líquido alrededor del corazón y los pulmones. La sal también puede amenazar el cerebro al dañar los vasos sanguíneos y elevar la presión arterial, que es un factor deriesgo importante de accidente cerebrovascular. También podría cambiar el comportamiento del tronco encefálico, lo que ayuda a regular el equilibrio de la sal y la presión arterial. Aparte, estudios recientes muestran que la sal afecta el sistema inmunológico y provoca una inflamación que podría estar detrás de las enfermedades cardíacas y otros problemas, recuerda Elijovich. Sus colegas de Vanderbilt también están examinando cómo la sal podría afectar a las bacterias en el intestino (el microbioma, grupo de bacterias benéficas que influye en el sistema inmune, entre otros beneficios). La investigación es nueva, indica Laffer, pero la evidencia apunta a que las bacterias intestinales tienen un papel en la inflamación inducida por la sal y la presión arterial alta.

 Afecta de manera diferente

Las declaraciones generales sobre la sal y la salud pueden ser engañosas. Los mecanismos de raíz de cómo la sal afecta al cuerpo no se comprenden por completo. Algunas personas que no tienen presión arterial alta pueden comer sal sin ver un aumento en la presión arterial. Otros pueden tener “sensibilidad a la sal”; donde, incluso una ingesta moderada de ella, desencadena una presión arterial más alta. Pero el simple hecho es que para la mayoría de las personas, disminuir la sal es algo saludable, insiste Elijovich. “Si se pudiera reducir la cantidad de sal que ingieren las personas, se beneficiará a la población en general". Cuidarse con ella no es solo para hipertensos o personas con problemas renales, los jóvenes no son inmunes a su daño acumulativo.

Hamburguesa, titán salino

La sal y el sodio no son exactamente lo mismo, pero lamayor parte del sodio en los alimentos procesados, y de restaurante, provienede la sal, y los términos se usan indistintamente. Y hay mucha sal dando vueltas. Una hamburguesa de comida rápida puede tener más de 1.000 miligramos de sodio (un gramo); un pedido grande de papas fritas podría agregar 400 mg más. Las latas de sopas y los fideos instantáneos, mucho más. Por ejemplo, una lata de sopa de pollo con fideos puede tener más de 2.200 mg. Las pautas dietéticas federales de los Estados Unidos recomiendan que los adultos no consuman más de 2.300 mg de sodio al día. Para la Asociación Estadounidense del Corazón, el límite diario ideal es de 1.500 mg. Sin embargo, los estadounidenses consumen un promedio de 3.400 mg de sodio al día (es decir, 3,4 gramos). Así que ¡a leer las etiquetas se ha dicho! Y tenga en cuenta que el hecho de que un producto esté etiquetado como “bajo en sodio” no significa que lo sea (puede serlo en comparación con una versión previa muy salada del mismo producto). Elijovich cuenta que les dice a sus pacientes que intenten cocinar con especias sabrosas, lo que puede hacer que extrañen menos el sabor de la sal. Pero enfatiza que la comida casera y una pizca de sal en la cena no son los principales culpables. “La mayor parte de nuestra ingesta de sal no está en lo que hacemos”, dijo. “Está en lo que compramos”. Sea mucho o poco lo que haga, podría marcar la diferencia. A principios de este 2021, un análisis de 85 estudios publicados en la revista Circulation mostró que cualquier reducción en el sodio disminuye la presión arterial. De eso no hay dudas. Y cualquier persona con presión arterial alta de- be prestar especial atención a la sal, pero todos deberían saber lo que hace su exceso, concluye Laffer. “Ese es mi mensaje para todos los que vienen a mi clínica. Incluso si es una persona joven en forma que no tiene sobrepeso, les digo, ´incluso para usted, vale la pena cuidarse con la sal´”.

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