Depresión Depresión

Si necesitaba un motivo más para alimentarse de forma natural, aquí lo tiene: los alimentos naturales ayudan a evitar la depresión.

¿Se deprime con mayor facilidad que en otros tiempos?, ¿se mira al espejo y la imagen que este le devuelve es la de una persona obesa y envejecida? Lo cierto es que las razones pueden ser muchas (y el impacto de la actual pandemia no debe descartarse como un factor relevante); sin embargo, los responsables pueden estar mucho más cerca de lo que parece: en su refrigerador y en las bolsas del supermercado. En efecto, un nuevo estudio ha arrojado luz sobre el vínculo entre el consumo de alimentos ultraprocesados (UPF según su sigla en inglés Ultraprocesed Foods) y el acortamiento de los telómeros. Estos últimos son secciones de cromosomas (las estructuras que contienen el material genético en las células), que pueden usarse como marcador de edad biológica. El trabajo (realizado por Lucía Alonso-Pedrero y colegas con la supervisión de la profesora Maira Bes-Rastrollo y la profesora Amelia Marti, Universidad de Navarra, Pamplona, España), indica que los telómeros muestran el doble de probabilidades de ser cortos en personas que tienen un alto consumo (más de 3 porciones al día) de UPFs. Los telómeros cortos son un marcador del envejecimiento biológico a nivel celular, y el estudio sugiere que la dieta puede estar provocando que las células envejezcan más rápido

Comer mal acelera el reloj biológico

Para entender el proceso hay que decir que los telómeros son estructuras formadas a partir de una hebra de ADN (el material genético en sí) junto con proteínas especializadas y que se encuentran en los extremos de los cromosomas. Cada célula humana tiene 23 pares de cromosomas que contienen nuestro código genético, y si bien los telómeros no contienen información genética, son vitales para preservar la estabilidad e integridad de los cromosomas y, por extensión, el ADN del que depende cada célula de nuestro cuerpo para funcionar. A medida que envejecemos, nuestros telómeros se acortan ya que cada vez que una célula se divide, parte del telómero se pierde, por lo que la longitud de los telómeros (LT) se considera un marcador de la edad biológica.

Los alimentos frescos, siempre mejores

A nivel mundial, el consumo de alimentos frescos está disminuyendo mientras que la ingesta de los UPF aumenta. Los UPF son formulaciones industriales de sustancias derivadas originalmente de alimentos (aceites, grasas, azúcares, almidón, aislados de proteínas) que contienen poco o ningún alimento “entero” y, a menudo, incluyen químico agregados: aromatizantes, colorantes, emulsionantes y otros aditivos cosméticos. Los procesos e ingredientes utilizados en la fabricación de los alimentos ultraprocesados los hacen altamente convenientes (listos para consumir, casi imperecederos), altamente atractivos para los consumidores y altamente rentables (ingredientes de bajo costo, larga vida útil) para sus fabricantes. Pero, nada es perfecto. Estas mismas propiedades también dan como resultado que sean nutricionalmente pobres (carecen de mucho micronutrientes) o desequilibrados, y que puedan consumirse en exceso, a menudo a expensas de alternativas menos procesadas y más nutritivas.

Los efectos (negativos) múltiples de los ultraprocesados

La investigación ha asociado los UPFs con enfermedades graves como hipertensión, obesidad, síndrome metabólico, diabetes tipo 2 y varios tipos de cáncer. También con la depresión. ¿Cómo sabemos esto último? Porque, en general, quienes consumen más UPF tienen menos probabilidades de adherirse a la “dieta mediterránea”, la que se ha relacionado con una mejor salud general y, en particular, con un riesgo reducido de eventos cardiovasculares. Un seguimiento a más de 10.000 personas, en España, durante cuatro años (que concluyó en 2009) llevó a que Almudena Sánchez Villegas, doctora en farmacia, y sus colegas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria de Pamplona (España), que trabajaron en el proceso, indicaran que: “Resulta plausible que la combinación sinérgica de una provisión suficiente de ácidos grasos omega 3, junto con otros ácidos grasos insaturados naturales y antioxidantes del aceite de oliva y las nueces, los flavonoides y otras sustancias fitoquímicas de las frutas, y otros alimentos de origen vegetal, y grandes cantidades de folatos naturales y otras vitaminas B del patrón dietético mediterráneo general puedan proteger en cierto grado contra la depresión”. Por el contrario, aunque se han realizado pocos estudios sobre los efectos del consumo de UPF sobre la LT, pero los que se han realizado encontraron asociaciones entre la ingesta de bebidas azucaradas (SSB), alcohol, carnes procesadas y otros alimentos ricos en grasas saturadas y azúcar. con tener telómeros más cortos. Sin embargo, estos estudios están lejos de ser concluyentes, ya que otras investigaciones no han demostrado un vínculo entre UPF y telómeros acortados. Hasta ahora. Los datos se obtuvieron de los participantes del Proyecto SUN: una cohorte prospectiva abierta de graduados de la Universidad de Navarra y otras universidades españolas. El reclutamiento comenzó en 1999 y está permanentemente abierto a cualquier graduado de 20 años o más, y la recopilación de datos se realiza a través de cuestionarios autoinformados que se envían por correo cada 2 años. Así, 886 personas (645 hombres y 241 mujeres con una edad media de 67,7 años) proporcionaron muestras de saliva para el análisis de ADN, así como registros precisos de su ingesta diaria de alimentos. Como ya dijimos, el equipo descubrió que a medida que aumentaba el consumo de los UPFs, la probabilidad de tener telómeros acortados aumentaba. Los autores también encontraron que la ingesta de UPF se asoció con el riesgo depresión (especialmente en pacientes con niveles bajos de actividad física), hipertensión, sobrepeso / obesidad y mortalidad por todas las causas. Los autores concluyeron: “En este estudio transversal de sujetos españoles de edad avanzada, mostramos una asociación sólida entre el consumo de alimentos ultraprocesados y la longitud de los telómeros. Se necesitan más investigaciones en estudios longitudinales más amplios con medidas de referencia y repetidas de la LT para confirmar estas observaciones”. Es decir, pasarse al aceite de oliva, frutas y los cereales muy integrales, disminuir el alcohol, las conservas y los chacinados, que son el paraíso de colorantes y conservantes no está demás si se quieren conservar las virtudes de la juventud. Por si fuera poco, su ánimo podría comenzar a ver las cosas de una forma más luminosa.

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