Personas riendo Personas riendo

Además de la conocida liberación de endorfinas que implica reír, esta acción presenta numerosos efectos positivos.

Fuente: Muyinteresante.es 

 

¿A quién no le sucedió? Después de un día agobiante de trabajo, de esos en que todo parece complicarse, alguien nos hace un chiste, un niño dice alguna ocurrencia o simplemente nos topamos con una buena comedia en la televisión que nos hace lanzar una saludable carcajada que parece descomprimir toda la tensión de la jornada.

La risa es, sin duda, una de las sensaciones más agradables que experimenta el ser humano. No solo nos hace sentir realmente bien: además, está demostrado científicamente que una simple sonrisa tiene múltiples beneficios para nuestra salud, como explica este artículo del portal www.Muyinteresante.es.

Al reírnos, el córtex del cerebro se activa y libera impulsos eléctricos tan solo un segundo después de empezar a reír, y expulsa así toda la energía negativa de nuestro cuerpo. En este proceso se liberan endorfinas y una hormona llamada dopamina (muy relacionada con los estados del bienestar psicológico).

Al mismo tiempo, se ha demostrado que los niveles de cortisol (la hormona del estrés) disminuyen notablemente. Son muchos los estudios que apoyan estos resultados. De hecho, esta apreciación sobre los beneficios de la risa ya la había formulado el famoso neurólogo Sigmund Freud, quien observó el efecto que tenían, en especial, las carcajadas en el cerebro.

Reír nos hace más felices

La risa no solo nos convierte en personas más felices, sino que además desempeña un papel social muy importante. Los humanos comenzamos a desarrollar esta habilidad a los pocos meses de nacer y, conforme vamos creciendo, perdemos esa facilidad para dejarnos llevar por la risa ante algo gracioso. Se podría decir que nuestro sentido de lo cómico va modulándose y haciéndose un poco más selecto para aparecer.

De hecho, los adultos suelen reír entre 15 y 100 veces al día, frente a una media de 300 veces diarias de los niños. El efecto de la risa se ha estudiado de forma terapéutica desde 1970.

Con ello, se ha desarrollado una técnica destinada a mejorar el estado físico y psicológico de las personas: la risoterapia. El secreto de su éxito es que, engañando al cerebro, que no es capaz de distinguir la risa verdadera de la provocada, podemos conseguir los mismos beneficios. Así, la risa empieza simulada mediante ejercicios corporales en un grupo, con el contacto visual y el juego infantil, y se convierte finalmente en una risa real y contagiosa.  

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