La clave está en capitalizar nuestras experiencias vitales y aprovechar las enseñanzas que nos dejan, para ser cada día un poco más sabios.

Casi todo el mundo puede convertirse en un sabio, con la mentalidad correcta y un poco de esfuerzo. La sabiduría requiere una base de inteligencia, pero la verdadera sabiduría es una combinación de equilibrio (la capacidad para considerar todos los aspectos de un tema), apertura mental, disciplina y preocupación por el bien común. No hay un atajo hacia la sabiduría, pero las siguientes estrategias lo llevarán por el camino correcto.

1. Lea el periódico

No se puede elegir de manera equilibrada, salvo que se comprendan las circunstancias mundiales y las experiencias de los otros. Si todavía no lee el periódico, comience por leer un solo artículo de la portada, de principio a fin, todos los días. No le dé solo una rápida leída; lea cada palabra. Con el tiempo, intente leer las notas principales de todo el periódico cada día. La mayoría de los periódicos suben sus artículos a Internet, así que puede tener acceso a las noticias de manera virtual en cualquier momento que quiera.

2. Lea más libros

Aunque los acontecimientos actuales son importantes, los libros —de ficción y de no ficción— pueden ayudarlo a expandir su visión del mundo y permitirle explorar nuevas ideas y puntos de vista sin abandonar el confort de su sofá.

3. Conserve su vida social

Los estudios muestran que las personas que se mantienen conectadas con otras revelan niveles más altos de sabiduría que aquellas que están más aisladas. Haga el esfuerzo de unirse a un club, abrir una cuenta de Facebook o invitar a un viejo amigo o a un vecino nuevo a tomar un café. Y la próxima vez que esté en una fiesta o una reunión, elija a alguien que se encuentre solo y comience una conversación. ¡Es fácil! Haga preguntas (“¿De dónde es?” “¿Dónde trabaja?”). A la gente le encanta hablar de sí misma. A usted, por otro lado, le toca el trabajo más difícil: debe escucharlos. 

4. Practique tener una mente más abierta

La sabiduría consiste en ser capaz de comprender todos los aspectos de un tema sin que las emociones o los sentimientos personales se interpongan en el camino. Tener mentalidad abierta significa generar empatía y darse cuenta de que todos tienen una historia de vida que influye en sus acciones. En el transcurso del día, anote las circunstancias que le despiertan emociones fuertes y tómese un momento para intentar ver el problema desde otro ángulo. Es una buena práctica. ¡Y nadie tiene que enterarse!

5. Estimule su autoconocimiento

Usted ha aprendido muchísimo por el solo hecho de estar vivo, pero ¿se ha tomado el tiempo de repasar todo lo que ha aprendido? Intente este ejercicio: escriba sus tres mayores fracasos y sus tres mayores éxitos. Revise los hechos que lo llevaron a esos éxitos y a esos fracasos, y las lecciones que aprendió de esa experiencia.

6. Busque patrones de conducta

No es el momento de lamentarse o enorgullecerse; el objetivo es aprender a mirar cada experiencia de vida como más combustible para su sabiduría.

7. Aprenda a decir estas cuatro palabras

“Yo podría estar equivocado”. Una persona sabia reconoce que es imposible saberlo todo y que la vida es capaz de dar giros inesperados. Reconocer los errores puede guiarlo a una mayor sabiduría. Admitir que en ocasiones usted podría estar equivocado, tal vez, sea decisivo para reafirmar su reputación como alguien cuyo consejo puede ser confiable. Como dijo el filósofo Cicerón: “Es de hombres equivocarse; es de locos persistir en el error”

Elegí tu puntuación
Dejá tu comentario