Todo lo que debe saber para ir a la góndola precisa y comprar carbohidratos de los que sí lo ayudarán a estar más saludable.

El almacén puede ser un campo minado cuando se intenta comer bien. La mayoría de los productos están distribuidos con cuidado para incentivar que usted gaste —y coma— más. Los artículos que no se necesitan, como la comida chatarra y las golosinas, están a la espera de entrometerse en su camino hacia los artículos de primera necesidad como el pan y la leche. Además, dicho sea de paso, todas las versiones de alimentos con los precios más altos se encuentran a la altura de los ojos; deberá agacharse si quiere ver artículos con precios más razonables. Uno de los errores más obvios a la hora de ir de compras al supermercado es llegar ahí con apetito. Todos los artículos listos para el consumo, en especial los de copetín con muchos carbohidratos y calorías, lo atraerán mientras pasea su carrito por el local. Así que coma algo antes o vaya de compras después de las comidas.

Al llegar al supermercado, recuerde estos consejos.

1. Diríjase a la tienda con las recetas que contienen granos y verduras en la mano. Es imposible regresar a casa con los ingredientes que se necesitan para elaborar platos de verduras y ensaladas de granos y guarniciones saludables si no sabe qué necesita específicamente. Sin las recetas a mano, es probable que termine llevando la misma lechuga de siempre y la misma caja de mezcla de arroz.

2. Comience en la sección de productos de huerta y ahí llene la mitad del carrito. Muchos de los carbohidratos que consume deben provenir de las frutas y las verduras. Afortunadamente, la mayoría de los supermercados están diseñados para que pase primero delante de la sección de los productos de huerta. Comience allí, y disponga de un poco de tiempo para elegir las mejores frutas frescas. Póngase como desafío comprar al menos un vegetal que no pruebe desde su niñez. Los gustos cambian completamente, y una nueva técnica de cocina o especia puede lograr que los alimentos como los repollitos de Bruselas y el repollo tengan un sabor totalmente diferente.

3. Elija variedad de colores. Aquí tiene un consejo útil. La mejor forma de asegurarse de recibir todos los complementos de vitaminas y minerales en la dieta es que la elección de los productos frescos contenga todos los colores del arco iris. Morrones amarillos, manzanas verdes, papas rojas, zanahorias anaranjadas, arándanos azules y cebollas blancas; ya lo comprendió. A mayor cantidad de colores en el carro de compras, mejor será el beneficio para su salud.

4. Zambúllase en la sección de alimentos naturales. Cada vez más las tiendas incluyen secciones de alimentos naturales donde se encuentran granos integrales como el arroz integral, el trigo de burgol, la quínoa y la harina de trigo integral. Úselos para expandir su repertorio. A menudo los granos en esta sección son más frescos y económicos que los de las versiones empaquetadas en las góndolas, y la variedad puede inspirarle a probar nuevos tipos.

5. Compre más verduras en la sección de congelados. Los métodos para el congelado rápido de los productos de huerta son tan eficientes que, nutritivamente hablando, no hay mucha diferencia entre las versiones congeladas y las frescas hoy en día. De hecho, la única forma de conseguir productos frescos que tengan una ventaja nutritiva sustancial sobre los congelados es comprarlos en el mercado central de la ciudad. Las verduras congeladas siempre estarán a mano cuando se acaben las frescas (o no tenga tiempo para prepararlas). 

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