Platos lavados Platos lavados

Anímese a limpiar esos rincones rebeldes de la cocina, en los que se acumula suciedad sin que nos demos cuenta.

Cómo limpiar el extractor de la cocina

A pesar de la gran cantidad de suciedad y grasa, limpiar un extractor no resulta tan complejo. Para proteger su cocina, higienice el equipo aproximadamente cada seis meses conforme con las instrucciones. Si no cuenta con ellas, siga los pasos descriptos a continuación. Corte la energía desde la caja de fusibles. Si la parrilla es desmontable, retírela y remójela con detergente. De no ser así, frótela con una esponja empapada en la solución.

Desconecte y quite el equipo de ventilación y ubíquelo sobre un periódico viejo. Remueva la grasa con un paño seco (procure no mojar las partes metálicas o eléctricas). Limpie la apertura con un paño seco (no utilice agua), vuelva a colocar el ventilador y conéctelo. Seque y ubique la parrilla en su lugar. Active el suministro eléctrico. Si, por ejemplo, no pudiese separar el ventilador, retire el filtro y enjuáguelo con detergente. Aspire el ventilador y limpie la cubierta antes de volver a colocar el filtro.

Cómo limpiar la cristalería

Los lavavajillas modernos admiten la mayoría de las piezas de cristalería, incluyendo las más delicadas, que deben colocarse en el nivel superior. Sin embargo, existen algunas que necesitan ser tratadas con especial cuidado. Se recomienda lavar a mano las reliquias familiares, platos y bols o los ítems de gran tamaño de formato no estándar, como decantadores o jarrones. Lo mismo ocurre con aquellos artículos que hayan sido pegados o reparados, cristales grabados o decorados a mano o que contengan detalles en oro o plata. Para lavar cristalería a mano, utilice detergente para vajilla y una pequeña cantidad de amoníaco. Coloque una alfombrilla de goma o un trapo de cocina en el lavabo, o un recipiente plástico a fin de evitar roturas. Proceda con precaución al lavar piezas con bordes de oro o plata ya que pueden deteriorarse. Enjuague con agua limpia; agregue vinagre blanco en el último enjuague para evitar que queden vetas. Seque con un paño que no produzca pelusa. Para eliminar marcas, llene el jarrón o copa con agua y una cucharadita de amoníaco y deje actuar por una noche. Otro método consiste en restregar con suavidad con levadura química. Evite los productos abrasivos o esponjas duras.

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