Logre y mantenga la felicidad en tu relación respondiéndolas.
Yo creía saber bien qué es un matrimonio
feliz. Mi esposo y yo rara vez discutíamos, teníamos intereses comunes y
nuestras profesiones eran afines. Así que nadie se sorprendió más que nosotros
cuando nuestro matrimonio de 17 años terminó en divorcio. Resulta que yo
juzgaba mi relación de pareja con un criterio equivocado, como también lo hace la mayoría
de la gente.
En un
famoso estudio, los investigadores hicieron que terapeutas, parejas casadas y
otras personas vieran conversaciones en video de 10 parejas y trataran de
identificar cuáles de ellas habían terminado. Incluso los terapeutas se
equivocaron la mitad de las veces.
Por suerte, los científicos han identificado algunos indicadores
sencillos pero bastante claros que pueden ayudarlo a reconocer una crisis con
su pareja mucho antes de que su relación se arruine. Por ejemplo, una pareja
sale de paseo en su primera cita. Se casan y, años después, ella cuenta esta
historia:
“Nos perdimos de una forma ridícula ese día. Tardamos horas en encontrar el
camino de regreso, pero nos dio risa que ninguno de los dos tuviera un buen sentido
de orientación. Luego de eso, supimos que ¡no debíamos planear otra excursión!”.
Otra esposa podría contar esa anécdota de diferente manera: “Él perdió el mapa,
y tardamos horas en encontrar el camino de regreso. Después de eso, ya no quise
salir de excursión nunca más”. ¿Cuál es el matrimonio que perdura? El que
aprecia lo positivo y se toma los problemas con humor.
Los estudios indican que lo importante no es lo que dice, sino
cómo lo dice: en un 90 por ciento del tiempo, el énfasis que pone al hablar
puede predecir correctamente el éxito o el fracaso de su matrimonio. Para
evaluar su relación, hágase las siguientes preguntas:
1. ¿EVITA LAS DISCUSIONES?
Está comprobado que es un error juzgar a una pareja por la
cantidad de tiempo que discute, sobre todo al principio. Cuando estaba recién
casada, creía que era una suerte que mi marido y yo rara vez peleáramos.
Un estudio de la Universidad de Washington sobre parejas recién casadas
confirmó mi creencia: las parejas que discutían relativamente
poco eran más felices que las que se peleaban. Sin embargo, tres años
después, cuando se volvió a evaluar a esas parejas, las que tenían un historial
previo de peleas tendían a haber hallado estabilidad en su relación, mientras
que las parejas que se enorgullecían de su ecuanimidad tenían problemas en su
relación o ya se habían divorciado. Por supuesto, la violencia
física o verbal nunca es aceptable, pero las discusiones comunes de pareja ¡en
realidad son positivas!
2. ¿MUEVE LOS OJOS
HACIA LOS LADOS CON IMPACIENCIA?
Este gesto aparentemente inofensivo es una clara señal de
discordia. Los mismos investigadores de la Universidad de Washington
descubrieron que mover los ojos así, aunque se haga sonriendo,
indica cierto grado de desprecio: veneno para una relación.
“Este tipo de gesto sarcástico no expresa claramente una objeción, lo
cual dificulta que la otra persona responda”, explica Janice Kiecolt-
Glaser, de la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Ohio. “El
primer paso obvio es evitar ese gesto. El segundo es analizar las razones que
hay detrás de él”.
3. ¿ELUDE TOMAR DECISIONES?
A menudo dejaba que mi esposo planeara nuestro fin de semana o las vacaciones. Posteriormente me di cuenta de que nuestra vida social no reflejaba mis actividades favoritas: una señal de alarma en la relación. El psicólogo Howard Markman, profesor de la Universidad de Denver, concuerda con esto. Un matrimonio se encuentra en un punto peligroso cuando uno de los dos controla la vida social de ambos, dice.
Las respuestas a estas tres preguntas deben lograrse sobre la base de lo que se percibe como una costumbre y no porque alguna vez una o dos de ellas hayan tenido lugar, de manera de evaluar más objetivamente sin son señales de un posible problema en la relación.