A veces, la actividad física rutinaria puede tornarse
aburrida, lo que nos quita la motivación. Si le pasa, lea estos consejos para
disfrutar del ejercicio.
Cambie de escenario para no aburrirse con la actividad física
Aunque es probable que le convenga dar la vuelta a la
manzana o recorrer su barrio todas las tardes a las 4:23 para ayudar a digerir
su almuerzo de pollo (sin piel), brócoli y arroz integral, no se convierta en
un hámster en una rueda. Necesita más estímulo que ése. Intente la ruta
a la inversa, vaya en coche a un parque para caminar sobre algún sendero,
reúnase con una amiga y déjela elegir el itinerario, o camine para encontrarse
con su esposo en el supermercado. En otras palabras, cambie las cosas
radicalmente. La variedad (¡también en la dieta!) es el secreto para hacer más
manejable lo rutinario. Asimismo, no camine siempre al mismo ritmo. A
medida que su cuerpo se adapte al ejercicio, se volverá más eficiente y quemará
menos grasa. No permita que su metabolismo se torne flojo de este modo. Alterne:
camine a un ritmo normal con aceleraciones en las que aumente el ritmo
durante uno o dos minutos. O plantee una ruta que incluya una o dos grandes
colinas. No sólo se queman más calorías, sino que los estudios demuestran que
este tipo de entrenamiento a intervalos es lo mejor para fortalecer el corazón y proteger al organismo de enfermedades cardiovasculares.
Use un equipo deportivo cómodo
Las zapatillas son su equipo más importante, así que
no escatime en ellas. Si no recuerda la última vez que adquirió un par, compre
unas nuevas. Vaya de compras por la tarde, cuando los pies están más
"cargados"; lleve las medias que usará para caminar y asegúrese de que
exista el ancho de un pulgar entre el dedo gordo del pie y la punta de las
zapatillas. Pruébese las dos (sus pies quizá no sean iguales) y camine por la
tienda asegurándose de que el talón no se deslice: podrían salirle ampollas.
Cuando las compre, anote la fecha adentro para no olvidarse cuándo las
adquirió. Agregar un par de bastones al ejercicio (se conoce como
“caminata nórdica”) puede aumentar drásticamente el estado físico y el gasto de calorías. La razón es sencilla: con los bastones usa más músculos de la
parte superior del cuerpo, lo cual requiere de más energía. De hecho, los
estudios demuestran que incrementará el ritmo cardíaco hasta 30 latidos
por minuto y el gasto de calorías en casi un 50%. Es mucho más seguro y más
sano para las articulaciones que llevar pesas en las manos, además ayuda a
equilibrarse. Una de las razones secretas de que haya subido de peso es que
perdió masa muscular. A partir de los 35 años de edad, suelen perderse
unos 225 g de músculo por año. Es decir, a los 65 años, tiene de 30 a 50% menos
músculo que a los 35 (compruébelo: dele a la abuela una mancuerna).