Alimentos orgánicos Alimentos orgánicos

En las últimas décadas, gracias a los avances tecnológicos, fue posible modificar los alimentos para volverlos más saludables.

La investigación, la tecnología y un amplio interés en la nutrición han producido una explosión de alimentos saludables. Los supermercados están repletos de alimentos que promueven salud y longevidad; jugos de naranja con calcio, cereales con folato, margarinas bajas en colesterol, y mucho más. Con procesamiento, métodos de cultivo, alimentación de animales o biotecnología, muchos alimentos se complementan con ingredientes diseñados para detener enfermedades. La idea de añadir ingredientes a la comida no es nueva. En el siglo pasado se agregó yodo a la sal para evitar el bocio. Con la investigación actual muchos productos y alimentos se intensifican con ingredientes más esotéricos, como fitonutrientes y grasas cardioprotectoras. Y este nuevo género de alimentos para la salud tiene su terminología propia. 

Alimentos enriquecidos

Muchos alimentos de grano, como pan, harina y cereales, se “enriquecen” con nutrientes; rivoflavina, tiamina, folato y hierro. Esos nutrientes esenciales se pierden durante el procesamiento y vuelven a añadirse al alimento en cantidad variable. Los productos de grano entero nutren más que los granos procesados, ya que el enriquecimiento no reemplaza todos los nutrientes, fibra y fitonutrientes perdidos. Una taza de harina de trigo entero contiene más nutrientes que una de harina blanca “enriquecida”. Otros alimentos enriquecidos son los huevos con omega 3. A las gallinas se les da un complemento alimentario con omega 3 para lograr una versión del huevo tradicional saludable para el corazón.

Alimentos fortificados

Para incrementar la protección contra enfermedades crónicas o ayudar a evitar la deficiencia nutrimental, algunos alimentos se fortifican con nutrientes no originales: la leche con vitamina D, la sal con yodo, los productos de trigo con folato, el jugo de naranja con calcio, y el cereal con vitamina B12. Estos son alimentos fortificados que ayudan a prevenir deficiencias nutricionales.

Alimentos funcionales

El término “alimento funcional” se refiere a aquellos productos con componentes específicos - naturales o agregados- que aportan beneficios a la salud superiores a los de los alimentos tradicionales. Entre los alimentos funcionales están los “nutracéuticos”, “farmalimentos” y “alimentos de diseñador”, y todos se promueven con un beneficio médico o para la salud en particular, incluyendo prevención y tratamiento de la enfermedad. Los alimentos genéticamente modificados entran dentro de la categoría de alimentos de diseñador. También los no mejorados, con propiedades naturales que comba ten la enfermedad (como ajo o tomates), y los alimentos enriquecidos y fortificados, se consideran alimentos funcionales.

Alimentos genéticamente modificados

Son aquellos cuya composición genética se altera para producir una nueva planta con mejores características, como mayor resistencia a pudrirse o un contenido nutricional mejorado. Hay gran controversia por estos alimentos, pues no se han resuelto los efectos en la salud y el ambiente a largo plazo, ni los éticos.

Alimentos orgánicos

Se procesan sin usar sustancias químicas sintéticas como plaguicidas, herbicidas, conservadores, hormonas del crecimiento y antibióticos. Aunque las frutas y verduras orgánicas pueden tener mejor sabor y color, no se ha comprobado que su valor nutricional sea superior al de las no orgánicas. Asimismo, muchos alimentos orgánicos tienden a pudrirse antes, y las frutas y verduras orgánicas pueden tener microbios dañinos, como E. coli, por efecto de la fertilización orgánica. Por otra parte, algunos expertos sostienen que ciertas carnes orgánicas contienen ácidos grasos más saludables que la carne convencional.

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