¿Es de los que trata de bajar de peso y no lo logra? Entonces, seguramente lo ayude el concepto de entorno alimentario.

Si los peces hablaran y les preguntara “¿Cómo está el agua?”, mirarían extrañados porque no conocen otra cosa. Jamás han experimentado la “no agua”. Cuando se trata de bajar de peso, nos parecemos a esos peces; vivimos en un “ambiente alimentario tóxico” sin darnos cuenta plenamente de ello. Por lo tanto, nuestro enfoque de la pérdida de peso suele estar totalmente equivocado. “Las personas que tratan de perder peso se fijan casi siempre en lo que se halla en primer plano”, explica la doctora Lowe, “lo que explica la dieta que siguen. Pero lo que suelen olvidar es el fondo, o todo lo que contribuyó a que tuvieran sobrepeso, como nuestra cultura alimentaria y su propia genética. Piensan que esos factores ya no son relevantes. Pero cuando terminan su dieta, regresan al mismo barco y, como hemos visto, su organismo está preparado para recuperar el peso”. “Lowe está nadando contra 40 años de práctica de pérdida de peso, 40 años de ver a las personas seguir una dieta de moda tras otra y de tratar de salir adelante a base de fuerza de voluntad. Pero observa con una sonrisa que "la definición de locura es realizar las mismas acciones y pretender distintos resultados". Entonces, ¿qué hacer para romper con esta mentalidad y limpiar la pecera, por decirlo así? “Cambiar el ambiente alimentario personal”, responde Lowe. “Si puede hacer eso, necesitará menos dominio de sí misma e incrementará las probabilidades de tener éxito”. 

Los alimentos que no pueden faltar para adelgazar

Sustituya el aceite de cocinar por aceite en aerosol, y todas esas frituras por pochoclo para el microondas. Reemplace los chocolates y galletitas por naranjas y manzanas. Diríjase a la heladera y cambie las gaseosas de cola por jugos, y el helado por postre light. También preste atención a la manera en que sirve la comida. ¿La coloca sobre la mesa en grandes ollas de tamaño familiar o la mantiene en el horno o en la hornalla, donde son menos accesibles las segundas porciones? ¿Hay en su cuarto una miniheladera? Si es así, llévesela a la habitación que use como depósito. ¿Están los programas de recetas de cocina entre los favoritos de su control remoto? Cámbielos por los de ejercicios. Haga un inventario similar fuera de su casa. Deseche todos esos menús de comida a domicilio que tiene en el escritorio de su oficina y comience a llevar su almuerzo. Deshágase de los cupones de comida rápida que guarda en la guantera del auto o modifique su ruta normal para no pasar por la Calle de Alimentos Grasosos de camino a casa desde el trabajo.

¿Por qué fracasamos al bajar de peso?

¿Ve la estrategia? El cambio es sutil pero importante. No tiene que hacer todos estos cambios a la vez; fíjese la meta de hacer uno por semana o por mes. Con el tiempo, en lugar de estar a merced de su ambiente alimentario y tratar de ser fuerte, controlará una parte cada vez más grande de él. “Lo hará menos tóxico”, dice Lowe. Este sencillo enfoque aborda el motivo esencial por el que las personas fracasan repetidamente al tratar de bajar de peso: hacen cambios insostenibles. ¿Puede darse el lujo de consumir comidas de dieta estricta el resto de su vida (o quiere hacerlo)? No. Pero ¿puede aprender a comprar más inteligentemente, a ser más activa y a llenar su casa con menos tentaciones? Sin duda. Necesitará algunos intentos (y fracasos) para aprender qué funciona para usted, pero una vez que lo descubra, su destino será una relación larga y feliz consigo y su nueva imagen

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